Alemania implantará el transporte público gratuito para combatir la contaminación

El gobierno alemán probará el transporte público gratuito en 5 ciudades del país para reducir la contaminación y evitar las sanciones de la Unión Europea.

Cuando hablamos de supercontaminación urbana solemos pensar en grandes metrópolis asiáticas o estadounidenses. Sin embargo, y según la Comisión Europea, este problema asiáticas también afecta a más de 130 ciudades del viejo continente, causando alrededor de 400.000 muertes anuales. En concreto, España, Francia, Italia y Alemania se enfrentan a graves multas económicas por incumplir los límites de contaminación atmosférica establecidos por la Unión Europea. Ahora, y con el objetivo de reducir sus emisiones tóxicas y esquivar las sanciones, Alemania probará el transporte público gratuito.

Una propuesta que será puesta en marcha de forma experimental y antes de que finalice este 2018 en cinco ciudades del oeste del país afectadas de toxicidad ambiental: Bonn, Essen, Reutlingen, Mannheim y Herrenberg. El objetivo de la iniciativa, según han explicado a la Comisión Europea mediante una carta tres ministros del Gobierno alemán, incluida la ministra de medio ambiente, Barbara Hendricks, es “reducir el número de automóviles privados” ya que “combatir eficazmente la contaminación sin más demoras innecesarias es de la más alta prioridad para Alemania”.

La carta, a la que ha tenido acceso la agencia de noticias AFP, contiene otras medidas destinadas a cumplir las normas de contaminación de la Unión Europea: fomento del uso compartido de automóviles, restricciones a los transportes más contaminantes como autobuses o taxis, y limitaciones al tráfico en el centro de las grandes ciudades del país. Para financiar estas medidas, el Gobierno alemán contará con los fondos creados por Volkswagen, BMW y Daimler, que tratan de apoyar el transporte público —en Alemania no para de crecer su uso— como compensación por los daños causados tras el escándalo del dieselgate.

Unas medidas que, independientemente de que hayan sido promovidas por solidaridad con el planeta o por librarse de las multas comunitarias, resultan necesarias y esperanzadoras para el planeta.