Se trata de una clara distinción en función del sexo. Algo habitual en muchas discotecas, bares nocturnos y en algunas fiestas y espectáculos. El cartel dice: "Chicos, 15 euros. Chicas, 8 euros". Y se asume. Pero el gobierno vasco ha dado el primer paso para frenar esta práctica discriminatoria, tildándola de "poco igualitaria" y "fuera de época", y elaborando un nuevo reglamento que entrará en vigor, si supera todos los trámites, a principios de 2018.
El compendio de normativas y códigos relacionados con los espectáculos públicos prohíbe taxativamente establecer diferencias en las entradas a los locales por ningún motivo: "La determinación del precio de la entrada o abono es libre para la persona organizadora, si bien no podrá establecer precios diferentes por razón de origen, raza, sexo o religión". Y va más allá, imponiendo también parámetros relacionados con la vestimenta de los asistentes y dejando claro que podrán ser expulsados del establecimiento aquellos que "exhiban símbolos, prendas u objetos que inciten a la violencia, al odio o supongan apología de actividades contrarias a los derechos fundamentales y, en especial, que inciten al racismo, la xenofobia o la discriminación".

En las más de 80 páginas de este reglamento, el gobierno vasco ha elaborado un nuevo marco para cualquier evento festivo. Establece también, por ejemplo, que los gerentes de negocios en los que se practique sexo deberán proveer a sus clientes de preservativos y que "en el interior de los locales se fijará, en un lugar perfectamente visible para las personas usuarias, un rótulo que recomiende el uso de elementos profilácticos para prevenir las enfermedades de transmisión sexual". También se regula la reventa de entradas, la protección a los menores y el pliego de condiciones que deberán cumplir los trabajadores de los accesos a los espectáculos, que tendrán que superar las pruebas para conseguir una certificación oficial.
Los trabajos del Ejecutivo vasco se centran ahora en recoger las opiniones de ciudadanos e instituciones públicas, esperando poder completar así el listado de normas y recomendaciones. Después, comenzarán las fases de exposición y votaciones, confiando en poder aprobar definitivamente el nuevo reglamento a finales de este año y contando con él ya en vigor a principios del año que viene. Tal vez esta sea la última Nochevieja en la que los cotillones dejen pasar gratis a las chicas y sangren los bolsillos de los chicos.