Gracias a 'celebrities' como Kim Kardashian y su afán por inyectarse en el pandero la grasa que se liposucciona del resto de su cuerpo, y cómo no, de mostrarle al mundo sus resultados, nos hemos convertido en una sociedad obsesionada con los culos. Con los culos de las mujeres, me refiero.
Últimamente, nuestra generación, a través de la cultura, el arte y la música, parece haber desarrollado un gusto por apreciar un trasero generoso, y a veces poco más. O en muchas ocasiones nada más, como resulta ser el caso de la susodicha, olvidando prestar atención a muchos otros atributos que las mujeres tenemos, y que sin duda merecen ser alabados más que unas curvas potentes capaces de sujetar una copa de champán...
1. Su inteligencia
Vale que puede que hacer una canción dedicada a la inteligencia de una mujer no la convierta en un tema muy pegadizo o en uno de los éxitos del verano. Pero nadie puede negar cómo una mujer se convierte en un ser mucho más hermoso cuando muestra tener simplemente uno o dos pensamientos similares a los tuyos.
Por no hablar de todas las cosas que se pueden aprender de una mujer inteligente...
2. Su sonrisa
Alguien me dijo una vez que no hay nada más hermoso que ver a una mujer riendo.
Y es que además, la sonrisa de una mujer es el último gesto de aprobación. Así que, ¿por qué no hacer más canciones acerca de cómo la sonrisa de una persona pude hacer cambiar el ambiente de una habitación, iluminar tu día o llenarte de vida?
Además, como si una boca bonita no fuera sexy...
3. Su sentido del humor
Un culo es un culo, y siempre lo será. Aunque su aspecto no siempre será el mismo. Sin embargo, con el humor todo puede cambiar, incluso el día más negro se vuelve mejor al lado de alguien divertido, que te quiere y que se preocupa por ti.
La gente envejece, pero el sentido del humor no.
4. Sus ojos
Hay miles de expresiones que hablan sobre ellos. "Los ojos son el espejo del alma", "Una mirada dice más que mil palabras"...
Normalmente, recibir un cumplido por el aspecto físico de una, pues oye, es de agradecer, siempre y cuando esté dicho desde el respeto y la educación, claro. Pero si el cumplido que recibes se refiere a tus ojos o tu mirada, puede resultar incluso más significativo.
Es absurdo decir que no hay canciones que no hablen de los ojos de una mujer, porque las hay, pero oye, no sé por qué, pero a la gente le motiva más la lírica dedicada al culo.
5. Su saber estar
Cada vez es menos frecuente encontrar a una mujer con clase. No me refiero tanto a clase o saber estar en el sentido de saber qué tenedor utilizar para comer cuando hay cuatro en la mesa. Pero sí a una mujer que merece la pena porque se respeta a sí misma por encima de todo, y tiene la virtud de ser compasiva.
6. Su feminidad y la gracia de sus gestos
Gracia en el sentido de elegancia, y gracia en el sentido de gracia, también. Cuando alguien te gusta, te fijas en cada uno de sus gestos, en lo delicada que es cuando va a sentarse, o cuando se quita el abrigo, cómo pone el brazo cuando camina o la cara que pone cuando está pensando.
Qué hay más bonito que saber todo eso de una persona que te importa...
7. Sus pasiones
Además de dedicar tiempo a su apariencia, o no, las mujeres tienen otros intereses que las hacen personas dignas de suscitar interés.
Ya se trate de leer poesía del Siglo de Oro o de tocar el clavicordio, tenemos por costumbre no ensalzar a aquellas personas que realizan algo interesante o diferente, aquello que les dota de individualidad y que les hace formarse como individuos.
Y es que al final, ¿qué merece más la pena valorar, a alguien que se deja consumir por los estereotipos culturales y que sabe menear bien el pandero o a alguien capaz de hacer que el mundo sea un lugar mejor solo por ser tal y como es?
Tú mism@...
Crédito de la imagen: lovatron.com