A algunos les sale natural, sin esfuerzos. Es su aura, la estela que les arropa. Tienen una especie de luz natural que les hace caer bien a todo el mundo. Les bastan un par de minutos para conquistar a cualquiera, para lograr que los demás sientan la necesidad de tenerles cerca. Animan, alegran y generan un ambiente agradable a su alrededor. ¿Cómo lo hacen? Sin pensarlo, sin proponérselo; tienen un don. Pero todo se puede estudiar, y la experiencia se ha ocupado de determinar cuáles son las claves para conseguir conquistar a los demás, para que todo el mundo pueda ser también el que 'se queda con todo el mundo'. Y estas son algunas de ellas.
Nunca dejes de escuchar
De lo contrario, ofreceremos una imagen un tanto soberbia. Debes esforzarte por hacer partícipe al otro de que te interesa todo aquello que te cuenta, siempre procurando no imponer tus opiniones. Se trata de preocuparte por los demás, de extraer de sus opiniones aquello que resulte constructivo y de ofrecer tu punto de vista sin imponerlo. Todo ello, por supuesto, demostrándolo también con tu lenguaje no verbal: evita mirar el móvil, no mirarle a los ojos... Haz sentir al otro que es importante para ti.

Das las gracias, discúlpate, pide las cosas 'por favor'...
Vamos, que ser educado no solo no está de más sino que la gente lo aprecia mucho. ¿Que tienes que pedir algo? Hazlo en condiciones, utilizando el 'por favor'. ¿Que has metido la pata? No lo dudes: discúlpate. ¿Que alguien ha hecho algo bueno por ti? Es de ley darle las gracias. Son pequeños detalles, pocas palabras para completar tus frases, pero harán ver al otro que mantienes una actitud positiva en tus relaciones con los demás.
Felicita al que se lo merece
¿Por qué no hacerlo? Una felicitación no es sino el reconocimiento de algo que se ha hecho bien y que, por tanto, debe ser valorado. Todo el mundo agradece ver recompensados sus esfuerzos; han dedicado un tiempo a brillar, y el hecho de escuchar un simple 'felicidades' es, habitualmente, un gran espaldarazo.
Sonríe
Y hazlo de forma abierta, genuina. La sonrisa es, casi siempre, el arma más poderosa del lenguaje no verbal. Nos hace cálidos, cercanos, amigables y nos convierte en personas más accesibles, reconfortando y atrayendo a aquel a quien se la dedicamos.

Ve siempre de frente
No te hagas el interesante, no critiques, no cotillees. Cualquier actividad que implique no mostrarnos sinceros conseguirá que los demás entiendan que no somos personas de fiar. Una posición oscura, de poder, será rechazada por el otro, que preferirá no tenernos cerca ante el temor de ser arrastrado por tu doble cara.
Ten una mente abierta
Jamás te crees una imagen de nadie sin tener antes claros los motivos por los que actúa de determinada manera, y tampoco ataques su modo de vivir únicamente por no entenderlo. Mostrarte abierto de mente, comprensivo e integrador te convertirá en una de esas personas que todo el mundo quiere tener a su lado, porque nunca tendrá la sensación de estar siendo juzgado.
Parece sencillo y, en realidad, lo es. ¿Estás listo para convertirte en un imán para los demás?