5 Pensamientos Que Pasan Por La Cabeza De Toda Chica Al Ver Los Deportes Con Su Novio

Como país futbolístico en el que vivimos, estamos acostumbrados a que siempre se juegue algo. Ya sea la Liga, la Champions, la Uefa o, por si no tuviéramos suficiente, para disgusto de todas las novias con falta de interés por los deportes, la F1 y el mundial de Baloncesto.

Como país futbolístico en el que vivimos, estamos acostumbrados a que siempre se juegue algo. Ya sea la Liga, la Champions, la Uefa o, por si no tuviéramos suficiente, para disgusto de todas las novias con falta de interés por los deportes, la F1 y el mundial de Baloncesto.

Algunas, con toda nuestra buena voluntad, hemos intentado unirnos a la diversión y ver fútbol, fórmula 1, ciclismo y hasta hockey sobre hielo. Porque si no puedes con ellos, únete a ellos, ¿no? Pero ni así hay manera de aficionarse.

Sé que no a todas nos pasa lo mismo, que algunas mujeres son auténticas aficionadas a ver actividades deportivas por la tele o en directo. Pero también sé que no estoy sola, que no soy la única a la que practicarlo le gusta, pero verlo, lo que se dice verlo... pues como que no nos motiva mucho. La mayoría de nosotros preferiría estar haciéndose la manicura, y si te descuidas, hasta haciéndose las ingles brasileñas después de todo el invierno.

Por eso, y para bien o para mal, estas son algunas de las ideas que pasan por nuestras cabecitas cuando mentimos a nuestras parejas, y a nosotras mismas, intentando ser "súper felices", mientras vemos el fútbol los domingos por la noche.

1. No entiendes qué está pasando, y la verdad es que tampoco te importa

Cuando el partido comienza, tu chico, en un impulso romántico y con toda la paciencia del mundo, intenta explicarte qué es lo que está pasando y de qué va el juego, como si te estuviera enseñando a leer.

"Esto es fuera de juego, esto es falta, esto es penalti"...

Bien, por muchas veces que me lo repitas, no lo voy a entender, y si alguna vez lo hago, para el siguiente partido lo habré olvidado.


2. Te preguntas por qué estás allí

Después de 20 minutos, cuando todos los hombres están absortos en el juego y solo se comunican a través de gruñidos, insultos y aspavientos de brazos, al más puro estilo de hombre de las cavernas, no puedes evitar hacerte la pregunta del millón... Con lo bien que estarías tomándote una copa de vino con tus amigas...


3. Pero entonces llegan las patatas fritas y la cerveza

Te das una palmadita en la espalda a ti misma por ser capaz de aguantar el evento, sonríes y sigues mirando a todos los plasmas que dan el partido fijando tu mirada en los culos y las piernas de los futbolistas...


4. ¿En serio? ¿Descanso? ¿Que quedan otros 45 minutos más?

¿A quién se le ocurrió lo de poner un descanso en medio de un partido? ¿Acaso 45 minutos no eran suficientes? ¿De verdad el inventor del fútbol estaba tan aburrido? Dios, qué lento pasa el tiempo... y yo ya he visto todas las actualizaciones de mis amigos del Facebook, incluso las de aquellos a quien no veo desde que terminé el colegio...


5. Si gana el equipo de mi chico, sé lo que pasará, pero, ¿y si pierde?

Vale, si gana el Athletic de Bilbao, sé que voy a tener sexo esta noche y, además, por haber aguantado todo el partido sin rechistar, mi chico está obligado a ver "El diario de Noa" cuando a mí me plazca. Pero, y si pierde, ¿qué hago? Porque estará que se subirá por las paredes, y yo no sabré cómo empatizar. Porque para qué engañarnos, el partido me da igual, y encima verlo cabreado por semejante estupidez hace que me parta de risa... y no me apetece que se cabree más.

Crédito de la imagen: www.aceweekly.com