5 cosas que haces de fiesta y deberías rescatar en tu día a día

Esa sensación de libertad, felicidad y euforia enfrascada con olor a fin de semana debería estar lista para beber en cualquier momento.

Qué diferente sería el mundo si todos rescatásemos esas noches con amigos de fiesta mientras las preocupaciones se quedan dormidas y las metiéramos en un tarro para poder desayunarlas al día siguiente, y al otro, y a otro más.  Esa sensación de libertad, felicidad y euforia enfrascada con olor a fin de semana debería estar lista para beber en cualquier momento.

No solo un jueves.

No solo un viernes.

No solo un sábado.

Una pócima que pudiéramos rescatar a todas horas para recordar que, si ese flow nace con nosotros cuando salimos de fiesta, también puede estar ahí cualquier otro día de la semana. Y esto es lo que no deberíamos perder nunca:

La locura de sentir que puedes hacer lo que quieras

No tienes vergüenza, no tienes miedo, no te pones límites. Es inexplicable pero pasa. Cuando sales de fiesta te olvidas de todo, el tiempo se para y no importa qué va a pasar mañana, solo el aquí y el ahora tienen ganas de jarana. Que le vaya bonito al "no puedo, tengo que..."el mundo es de los que suenan con la vida a todo volumen, que viven ahora, celebran cada instante e improvisan los planes.

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Tu mente está abierta a los estímulos externos

Cuando te mimetizas con el ambiente y estás pasándotelo tan bien, todas tus preocupaciones pasan a un segundo plano conectándote con el placer y alejándote del estrés. Es lo que comúnmente se llama pasárselo muy en grande y está confirmado que si le pones actitud la vida te la devuelve en forma de premio. Líbrate de cualquier otra obligación en tu vida que no sea disfrutar.


Creas historias

Cómprate un billete a cualquier parte para “ya”. Sal de la rutina porque la vida está llena de caprichos que mereces darte. Cómprate la entrada de un concierto y salta hasta que no puedas más. Ríe hasta que te duela y  canta todas las canciones, aunque te inventes la letra. Que cada momento vivido no pase en balde. Siempre hay motivos de sobra. Crea anécdotas igual que cuando sales de fiesta y celebras que estás vivo. Así ocurren muchos "milagros" porque no tienes miedo y te atreves con todo. Tu estado de ánimo es distinto; con predisposición a sentir y vivir cosas nuevas.

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La emoción de no tener miedo

Cuando estás en ese estado de Carpe Diem no piensas en lo malo que te puede pasar sino en lo bueno que puedes descubrir. No te dan miedo las consecuencias, por eso el miedo a jugártela pasa a un segundo plano. Celebra cada instante, tómate un ron Barceló mientras disfrutas de las posibilidades de la vida y decídete ya a decirle que te gusta, que se te va  a escapar.


Reforzar lazos

Celebras todo mucho más intensamente y esto es lo que hace hace que merezca la pena. Comparte y vive experiencias con tu gente, porque si hay algo que le da sentido a la vida son las Serendipias que aparecen de repente para tocarte el hombro y decirte "hey, hoy va a ser una noche memorable". O al contrario, cuando una sucesión de catastróficas desdichas intentan hacer que el plan caiga en picado pero el resultado es inmejorable al final de la noche.

Moraleja: Celebra cada segundo de tu vida. Aprender a improvisar. Comprende que lo que no hagas hoy, no existe. Celebra la vida y vive ahora. Pase lo que pase, hoy es el mejor día para empezar una vida entera de fiesta, como lo está haciendo Libe.

Crédito de la imagen: Diana Reinoso