15 señales de que tu grupo de amigos ya no es lo que era

Los grupos de amigos pueden ir degenerando con el paso de los años sin daros cuenta. Estos son las 15 señales de alerta de que tu grupo se deshace. 

Ocurre que cuesta darse cuenta. Tu grupo de amigos, la familia que elegiste, la que te eligió a ti, comienza a debilitarse. Un fenómeno sutil, silencioso, que nada tiene que ver con la calidad de la manada, sino con el maldito y persistentela familia que elegiste que separa vuestros caminos lenta pero inexorablemente. Así, bajo el yugo de este enemigo indestructible, va mutando en algo parecido pero definitivamente distinto. Un sucedáneo, una copia light.

grupo de amigos

Sí, tu grupo, aquel que antaño convertía cualquier ‘mierdiplan’ en una tarde insuperable. Tu grupo, que parecía fuente inagotable de crónicas absurdas pero tronchantes. Tu grupo, que tan bien mezclaba estupidez y genialidad. Tu grupo, que siempre estaba ahí, a pasito de hormiga. Para evitarlo, os mostramos estas 15 señales para identificar su envejecimiento y someterlo a tiempo a potentes dosis de vivificación.

1. Os estáis desperdigando por el mapamundi como los Stark por Poniente. Que si uno en Londres, que si otro en Madrid, que si otro en Heidelberg. Esto, al menos, es una excusa para ver mundo y organizar viajes en grupo a distintos puntos del globo, pero sin pasarse.

2. Relacionado directamente con el punto anterior, organizar un viaje con los colegas comienza a convertirse en odisea. Cada año que pasa resulta más y más difícil hacer coincidir las vacaciones laborales de 15 o 20 personas. El interrail por Europa da paso al viaje en carretera por Portugal y este, a su vez, a la excursión al río que hay en el pueblo de al lado.

3. Por la misma razón solo os reunís en vacaciones y, desgraciadamente, nunca al 100%. Congregar a todo el grupo está escrito desde hace tiempo en la lista negra de tareas utópicas.

grupo de amigos

4. Lo utópico de organizar algo medianamente decente ha sido aceptado e interiorizado con resignación por todos y cada uno de los componentes del grupo. La apatía comienza a hacer estragos.

5. Cuando conseguís reuniros, aunque sea parcialmente, el alcohol fluye manso y pausado. Ni el ambiente ni los ánimos presagian un regreso momentáneo al desenfreno juvenil que tantas anécdotas avergonzantes pero placenteras guardó en el historial del grupo.

6. La palabra 'chupito' ha sido destronada por la mal usada palabra 'madurez'.

7. Las locuras se las ha tragado el tiempo. Y os parece lógico y positivo.

grupo de amigos

8. Bailáis menos, muchísimos menos.

9. Y se multiplican las tardes y noches en las cuales os quedáis bebiendo y fumando en casa viendo vídeos chorras en Youtube.

10. Ante la caída porcentual de nuevas anécdotas, gran parte de las conversaciones giran en torno a aventuras, viajes e instantes pasados. El grupo va camino de la senectud recordatoria compulsiva. Vamos que sois ‘viejóvenes’.

11. Las quedadas que consiguen materializarse son geniales, con tanta risa y alegría como en el pasado, pero cierta tristeza invade tu corazoncito. Te recuerdan lo fácil que es ser feliz con ellos y, al mismo tiempo, que ya no puedes tenerlos a todos en tu día a día.

12. Nadie aparece en tu casa sin avisar.

13. Ningún gran plan romperá tu rutina. Jamás.

14. En ocasiones, vuestro grupo de WhatsApp permanece mudo durante un par de días. Estáis muy ocupados y perdidos en vuestras propias historias. Algunos, incluso, han caído en una especie de síndrome de estatua silenciosa, porque jamás dicen ‘ni mú’.

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15. Los echas de menos. Tanto que es innegable que ya no están como estuvieron un día.

Bonus:

16. Más que una señal, un consejo: si tu grupo no presenta síntoma alguno, abrázalo y exprímelo con todo tu alma.

17. Más que un consejo, una obligación: si tu grupo presenta todos los síntomas, abrázalos y mételos en una caravana rumbo a ningún lado. La edad, después de todo, está en el espíritu.