Son siete ‘piedras metálicas’ y muchos piensan que podría tratarse de fragmentos del ovni que supuestamente impactó sobre las colinas de Roswell Nuevo México, Estados Unidos en 1947. Hasta aquí podría sonar a conspiranoia o frikada poco creíble y más teniendo en cuenta que fueron recuperadas por periodistas del misterio como Linda Moulton Howe o Art Bell, pero la gran novedad es que por primera vez el Ejército de los Estados Unidos ha reconocido públicamente que dedicará su tiempo y esfuerzo a ovnique parecen tener un origen no humano.
En concreto, las autoridades militares del país han confirmado un acuerdo de colaboración con la Academia de Artes y Ciencias Hacia las Estrellas TTSA, por sus siglas en inglés para la investigación de estos materiales por parte de sus expertos con la intención de dilucidar el supuesto origen extraterrestre de los mismos. Lo más sorprendente del caso, más allá de que estén dispuestos a admitir la presencia de artefactos de manufactura alien en nuestros cielos, es que la TTSA fue fundada por el guitarrista y cantante de Blink 182, Tom Delonge.
No obstante, y a pesar de lo curioso del asunto, la organización dispone de personal de gran capacidad y prestigio extrabajadores de la CIA, expertos en tecnología inversa, aeroespacial y aseguran haber logrado descifrar importantes tecnologías relacionadas con la energía proyectada, antigravitacional, comunicaciones cuánticas, etc. En concreto, los metamateriales de los que estarían compuestas las siete piedras o fragmentos serían producto de la combinación de zinc, magnesio, bismuto y alumno, una aleación nunca vista y que ha sido declarada como de facturación ‘no humana’.
"Su estructura y composición no provienen de ninguna aplicación militar o comercial existente. En algunos casos, la tecnología de fabricación requerida solo está ahora disponible, pero son metales descubierto en la década de los cuarenta”, han explicado desde la TTSA. Incluso han llegado a afirmar que los materiales podrían adquirir capacidades antigravitacionales ante la estimulación con cierta frecuencia electromagnética. Sin embargo, y hasta que las investigaciones con las autoridades de EE.UU. den sus primeros frutos, habrá que tomarse la información con cautela ya que, por el momento, la fiabilidad de las supuestas pruebas que acreditan las propiedades de los metamateriales no ha sido ratificada por el gobierno estadounidense. Quizá al final todo quede en puro humo, o no.