Empieza la cuenta atrás para la época de festivales. En menos de un mes está aquí el Primavera Sound y a partir de allí, uno tras otro durante todo el verano. Sonar incluído, que este año será a mediados de julio, con más calor y más turistas, si se puede que en los últimos 25 años. Hay fiesta en Londres, en Benicássim, en Budapest, en Oporto. Los festivales nos mueven y eso siempre es excusa para ligar. O para encontrar ese rollete que te alegra el finde pero no vuelves a ver, a no ser que casualmente tengas un Erasmus el año que viene en su ciudad.
Para no dejarlo todo al azar, Tinder se adelanta a los acontecimientos. Se acabó lo de cruzar los dedos, respirar hondo y ver qué te depara la noche. La aplicación acaba de poner en marcha el "modo festival", que puedes activar para añadir en tu perfil a cuál de todos vas a asistir para ir preparando el camino. Así, en lugar de que te aparezcan solo los posibles match de siempre, los que están más cerca de ti, también podrás empezar a tantear a los que vayan a ir al mismo festival que tú. Además, te ofrecen perfiles VIP y otros beneficios para animarte más, si cabe. "Si todavía no has probado la escena festivalera con Tinder, nunca más vas a plantearte hacerlo sin nosotros", dice la empresa en su blog.
Por ahora, el servicio está disponible desde el 1 de mayo y solo para eventos en Reino Unido o Estados Unidos, porque Tinder tiene acuerdos con las productoras de AEG Worldwide y Live Nation, según la revista Pitchfork. Pero quién sabe, si oyen el llamado de la comunidad, tal vez activan la opción para los festivales que nos quedan más cerca y podemos empezar a quedar a los guiris que ya están haciendo las maletas para ir juntos a ver a Rosalía y J Balvin. Se viene el veranito y el perreo.
El año pasado, el Primavera Sound se convirtió en un festival pionero en el mundo por su protocolo contra las agresiones sexuales, lo que lo hace aún más seguro para ligar. Para todos los que quieran organizarse, genial, pero nunca olvidemos la magia de llegar a un concierto con alguien y volver a casa a la tienda de campaña, al hotel... con alguien totalmente distinto. Al fin y al cabo, somos humanos. Si nos juntamos en esos conciertos no es solo para que nos sorprenda la música, sino también toda la gente que nos rodea.