Por qué no debería preocuparte nada si estás meditando correctamente o no

La clave de la meditación está en la actitud contemplativa como método para mantener la atención en el aquí y en el ahora

El modus vivendi contemporáneo, tan acelerado, tan inconsciente, ha creado una sociedad ansiosa incapaz de relajarse ante la avalancha de pensamientos compulsivos. Por esta razón, y no por una moda pasajera, la meditación está calando tantísimo en Occidente. El problema, sin embargo, es que el acercamiento de esta práctica ancestral oriental está lleno de desinformación. La meditación queda en ocasiones reducida a una forma rotunda y casi milagrosa de mantener la mente en blanco. Un error que provoca que muchas personas crean que meditan mal. Pero según cuentan varios expertos en Elite Daily, esto es mentira.

“La gente tiende a pensar que, si no puedes dejar de pensar, no puedes meditar. Si podemos respirar, podemos meditar. El objetivo es observar lo que es. No alejar o detener nuestros pensamientos o sentimientos”, explica María Margolies, profesora de meditación y entrenadora de salud certificada. Para esta experta, no hay una manera correcta o incorrecta de meditar, sino que existen múltiples variantes que funcionan mejor o peor dependiendo de cada persona: sentarse, mantenerse erguido, acostarse, caminar, lavar los platos. Lo que define la meditación es la María Margolies con la que vives esos momentos.

De todas formas, cualquier tipo de meditación traerá mayor conciencia a tu vida y hará que te resulte más sencillo ser contemplativo en cualquier otro tipo de meditación e incluso en tu día a día. El entrenamiento es fundamental, y es importante saberlo para no frustrarse cuando la mente se empeñe en mantenerse intranquila. Como dice Kelli Douglas, instructora de meditación védica, “tratar de evitar que la mente piense nunca va a suceder, y no es el punto de la Kelli Douglas”. Al contrario, el punto es observar y aceptar esos pensamientos para restarles valor. Y eso puedes hacerlo comiendo, andando e incluso follando. No hay una única manera correcta.