La Ciencia Lo Deja Claro: Probablemente Todos Somos Racistas

En 2011, un estudio en la Universidad de Nueva York, dirigido por la psicóloga Elizabeth Phelps, llegó a la conclusión de que el color de piel de las personas condicionaba en muchas ocasiones nuestras decisiones.

El Racismo se cura viajando. Miguel de Unamuno.

¿Te cambias de acera por la noche cuando te cruzas con un hombre negro? ¿Una persona con rasgos magrebíes te parece más susceptible de haber cometido un delito? o por alguna razón que no puedes explicar, ¿te inspiran más confianza las personas de tus mismos rasgos étnicos? Los científicos lo llaman 'sesgo racial' y reside en nuestra mente pero no por una cuestión biológica, sino porque durante siglos la historia y la cultura han sembrado esta semilla en nuestro subconsciente.

Desde los años 40, la ciencia ha asumido que el concepto de raza no puede atribuirse a los seres humanos y que no tiene fundamentos biológicos para hacer tal separación, pero la palabra racismo se sigue utilizando para denominar la distinta percepción social que tenemos los unos de los otros.

En 2011, un estudio en la Universidad de Nueva York, dirigido por la psicóloga Elizabeth Phelps, llegó a la conclusión de que el color de piel de las personas condicionaba en muchas ocasiones nuestras decisiones. En el estudio se pedía a 50 individuos con distintos orígenes étnicos que evaluaran de manera intuitiva la fiabilidad que le sugerían las fotografías de 300 personas negras, blancas, asiáticas, hispanas y mestizas puntuándolas del cero al nueve.

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El resultado fue, que los encuestados, independientemente de su origen étnico, demostraron que el matiz racial blanco/negro determinaba cuánto confiarían en la gente blanca en comparación con las personas negras. Las personas que mostraban prejuicios más fuertes de cara a los blancos tenían una mayor probabilidad de juzgar los rostros blancos como más dignos de confianza que los de raza negra y viceversa, independientemente del propio color del participante, de sus creencias explícitas u orientación política. En este estudio, mostraron una red de regiones cerebrales llamada la amígdala, la corteza prefrontal dorsolateral y la corteza cingulada anterior que son importantes en la expresión no intencional, implícita de las actitudes raciales.

A esto se le llama prejuicios implícitos, y la mayoría de la gente cree que estos no influyen en sus decisiones conscientes, pero no hagamos demagogia, todos en algún momento hemos tenidos prejuicios raciales en mayor o menor medida y esto es culpa, absolutamente de todos.

El futuro de una nación es tan prometedor como la próxima generación de ciudadanos. Nelson Mandela.

Nuestro cerebro está lleno de emociones complejas que incluyen miedo, hostilidad y falta de confianza. El racismo está lleno de preferencias implícitas que están vinculadas a las decisiones que tomamos a través de asociaciones mentales que hemos ido formando en nuestra cabeza. Es decir, que nuestro cerebro está interesado más en lo que, de acuerdo a nuestros prejuicios, es lo 'normal'. Aceptamos más aquello con lo que nos identificamos y de lo que nos sentimos parte.

¿Cuántos años hacen falta para que eduquemos culturalmente a las generaciones que vienen detrás para que su subconsciente asimile que todos somos seres humanos hechos exactamente de la misma materia independientemente del idioma, el país de procedencia o el color de la piel?