Camareros cuentan las locuras que piden los ricos en restaurantes de lujo

Desde personas que han escupido porque sí, hasta botellas de champán derramadas y otras con protagonistas inesperados: los perros

Las historias que cuentan lxs trabajadorxs de todos los sectores dicen mucho del tipo de personas que somos. En algunos artículos hemos hablado de esto porque deja en evidencia algunos comportamientos que dejan bastante que desear. Lo mismo ocurre esta vez pero con un tipo de personas con las que no solemos competir al menos no todo el mundo momentos como una cena. En un algunos artículos, varios usuarios que trabajaban en el sector hostelero caro y lujoso compartieron algunas experiencias extrañas, como qué tipo de peticiones le hacían los clientes con más dinero. Se ve que con una suma económica alta se puede hacer de todo, incluso comprar el plato más caro y más bueno para que lo coma la mascota.

Una noche loca

En una misma noche a uno de los usuarios le pasó de todo. Una mujer que estaba con su pareja, después de una discusión, solicitó pagar 100 dólares a uno de los camareros para poder escupirle en la cara. Todo eso sucedió después de que pidiera el solomillo más caro de la carta para su chihuahua. En otra de las mesas había una familia que pidió una de las botellas más caras de champán para que sus hijos la tiraran por el retrete a modo de diversión. Sí, todo muy lógico.

Mentiras

Otra usuaria comentó que cuando alguien muy famoso venía al restaurante no solo les hacían firmar una especie de acuerdo de confidencialidad sino que, si algún otro cliente del restaurante le preguntaba si se trataba de quién creía, debían mentir. “Una vez estaba Robert Redford sentado en una mesa y un cliente de la mesa de al lado me preguntó si era él y le dije que por supuesto que no, que estaba equivocado”.

Caprichos

Un restaurante muy famoso era conocido en la ciudad por complacer todos los caprichos de sus clientes. Uno de los más habituales solicitó hacer el encuentro con su terapeuta en el salón del restaurante ya que no le daría tiempo a ir a terapia y llegar para cenar. Le cedieron el espacio para que lo hiciera. Otro día una familia con un niño de siete años pidió una lata entera de caviar solo para que el niño se la comiera a cucharadas.

Lujos por doquier

Algunos hoteles y restaurante están hechos solo para personas con muchísimo dinero. Se trata de un espacio que tiene chaquetas y gafas con diferentes graduaciones por si te has olvidado las tuyas pero eso no es lo más sorprendente, hay algunos que tienen unas bodegas enormes con más de 3.400 tipos de vinos diferentes. Un cliente, después de estar leyendo la carta de vinos un buen rato, pidió siete botellas para él solo porque quería catarlos. Le costó más de 20.000 dólares y no se terminó ni se llevó ninguna de las botellas.