Autoblow, el robot sexual que usa la inteligencia artificial para hacer felaciones perfectas

Sus creadores visionaron 1.145 vídeos pornográficos para captar con una interfaz digital los movimientos realizados por las actrices durante las felaciones

Que cada vez haya más aplicaciones de robótica al mundo de la sexualidad no debería sorprendernos en absoluto. Después de todo, el objetivo fundamental de la tecnología es hacernos la vida un poquito más bonita, y el sexo es una dimensión esencial de ella. Bajo este enfoque, el emprendedor estadounidensese Brian Sloan lleva una década diseñando Brian Sloan avanzados como Slaphappy o 3fap. El último de ellos, una nueva versión del Autoblow, consiste en una boca artificial fijada a un aparato que puede usarse con una única mano y que gracias a una inteligencia artificial puede alternar hasta 16 movimientos diferentes que dan lugar combinaciones únicas.

Gracias a esta riqueza de movimientos el nuevo Autoblow es capaz de imitar perfectamente los gestos de cabeza, boca y lengua de una mujer que practica sexo oral. Para conseguir esta fidelidad a la realidad heterosexual, Brian y varios amigos de confianza visionaron 1.145 vídeos pornográficos, unas 109 horas de imágenes de mamadas para ser más exactos. Una vez extraíd0s los datos, el emprendedor encargó a una compañía especializada en machine learning el desarrollo de la inteligencia artificial en el juguete. Previamente, otras siete compañías habían rechazado el proyecto por culpa del tabú que rodea al sexo, según cuenta Sloan en los datos.

“Me respondieron que el trabajo no era para ellos. Cuando les pregunte por qué, no contestaron”, explica Sloan. No obstante, la interfaz utilizada por Sloan para captar los movimientos que veía en las películas no servirá únicamente para fabricar un robot de mamadas avanzado, sino que podría revolucionar nuestras experiencias sexuales al dar lugar a dispositivos que reconozcan las acciones sexuales que tienen lugar en los vídeos pornos y las reproduzca simultáneamente. Quizá parezca poca cosa, pero como dice uno de los científicos, “que la inteligencia artificial pueda entender una diea de tan alto nivel como una mamada es, como poco, sorprendente”.