Es poético pensar que la posición en la que estaban alineados los planetas en la hora exacta a la que naciste tiene una influencia en tu personalidad. Esto es lo que creen los astrólogos y para leerte, lo que hacen es dibujar una especie de mapa que se llama la Carta Astral. ¿Pero hasta qué punto nos afectan la situación de los planetas o las fases lunares en nuestro carácter? ¿Qué tiene esto que ver con los horóscopos que leemos en las revistas y que pretenden decirnos cómo será nuestro día?
Es bastante inverosímil que todas las personas de un signo astrológico en un día determinado vayan a tener problemas económicos y encontrar el amor de forma simultanea como pretenden muchos horóscopos en páginas especialmente las femeninas. Es más probable que haya una redactora aburrida, tirando de imaginación delante de su ordenador. Pero la astrología es estudiada desde tiempos inmemoriales y, aunque los científicos la consideran una pseudociencia y no le dan ninguna credibilidad, hay muchas personas que creen en ella.
La Carta Astral, por su parte, supone un paso más allá de la lectura del zodiaco y estudia cuál era la posición del Sol, la Luna y los planetas en el momento exacto del nacimiento de la persona, combinando la hora y el lugar en el que vino al mundo. Porque la orientación de todos los elementos, según la astrología, condiciona y determina la personalidad y también ayuda a adivinar el devenir de las personas estudiando su forma de enfrentarse a la vida.
Pero todos estos datos, ¿cómo se concretan, cómo se traduce la información de esta herramienta de autoconocimiento? Astrólogas como Gillian Day defienden que analizando todas estas posiciones planetarias y estudiando sus relaciones a partir de cálculos científicos, la Carta Astral ayuda a tomar decisiones en todos los planos de la vida, tanto en el personal como en el profesional. Porque nos hacer ser consecuentes con nuestras características y con nuestra personalidad, analizando “todas las áreas de la vida: carácter, dinero, hogar, familia, profesión o amistades”. Se trata de un medio para entender mejor cómo somos, cómo nos enfrentamos a cualquier asunto y para, una vez conociéndonos bien, saber canalizar nuestras cualidades personales.
Siguiente pregunta: ¿qué significan todos los elementos que aparecen representados en la Carta Astral? El diagrama está representado en anillos que analizan la combinación de los signos del zodiaco, los signos del zodiaco del Sistema Solar, los signos del zodiaco y los signos del zodiaco, es decir, la distancia entre los planetas. ¿Complicado? Claro que sí, para eso hay gente que se dedica únicamente a estudiarlo. Con todos esos elementos, los astrólogos realizan combinaciones que, relacionadas con los datos personales lugar, fecha y hora de nacimiento, permiten establecer patrones a los que cada uno se adscribe.
Porque cada astro tiene un significado, y nuestra situación respecto a ellos determina los parámetros de nuestra personalidad. La astróloga Gillian Day asegura que estas relaciones “marcan tendencias” y que la Carta Astral “es exacta, puesto que no podemos cambiar la situación de los planetas cuando nacemos y eso influye directamente en nosotros”. Así, la Luna se relaciona con las emociones; Marte, el dinamismo; Júpiter, la disciplina; Saturno, la concentración; Neptuno, el desorden… Cada uno imprime en nosotros una serie de características, con mayor o menor potencia en función de su situación en el momento en que nacemos, y configuran nuestra personalidad, permitiendo elaborar ese DNI cosmonáutico.
Entonces, última cuestión: en vista de que muchas páginas permiten incluso elaborar una Carta Astral online, ¿podemos auto-conocernos fácilmente? No. Es un jaleo. Tendrá que ser un astrólogo quien lo haga, quien nos ayude a desentrañar todos los significados. Y aquí también hay controversia porque, si el Universo es infinito y sus relaciones tan intricadas, aunque todos los astrólogos compartan una base teórica, las líneas de interpretación no son categóricas. No hay un patrón irrefutable, aunque todo estudio servirá para poner de relieve algunos aspectos específicos que sí podrán utilizarse como guía de autoconocimiento.
Eso dicen los astrólogos. Aunque también existen evidencias que destierran cualquier relación entre la personalidad y la fecha de nacimiento y el Universo, como el estudio publicado por el científico Peter Hartmann en el que se asegura que ambas variables no tienen ningún vínculo, ni siquiera azaroso.
¿Trampa para los crédulos? Algunos así lo aseguran. ¿Método para conocernos a nosotros mismos? Otros así lo consideran. ¿Algo con lo que pasar el rato? De eso no hay duda. Porque, tal vez, si la Carta Astral fuera realmente fiel a la realidad y pudiera predecir el futuro de cada uno, bastaría con buscar la nuestra, interpretarla y dejar que el destino hiciera su trabajo. Páginas como carta-natal.es invitan a calcular la Carta al instante. ¿Matamos la curiosidad?