Vas a comer al último lugar de moda. Un sitio chic con un toque urbano, personal tatuado, con plantas e ilustraciones decorando sus paredes. Hay cola pero no te importa. Tienes hambre, no solo de comida sino un hambre que llamaremos instagramera, quieres sentarte a comer y antes de probar bocado decorar las stories de tu Instagram con una foto del platazo que vas a mandarte. Etiquetas: #FoodPorn, #Burger, #Sorrynotsorry, #Eatstagram... por ejemplo. La mayor parte de la emoción y la evolución de esta última década en relación a la comida se ha desarrollado en Internet y en todo lo relacionado con lo online.
Cualquier conversación que hable sobre la cultura alimentaria o sobre cualquier otro tema ahora se desarrolla en Twitter y, si hay que hablarlo en persona o el tema surge, también los argumentos están fundamentados a través de lo que has visto, oído o leído en Internet, sobre todo en las principales redes sociales. Esto puede verse, por ejemplo, con el movimientocon el movimiento, el hashtag en sí mismo ya indica la importancia de las redes sociales en el fenómeno.
El impacto de las nuevas tecnologías en todo el universo de la alimentación y la comida ha ido creciendo de forma desmesurada. Con la aparición de TripAdvisor y su constante crecimiento, los consumidores podían buscar lugares para comer y compartir y puntuar aquellos sitios que les parecían opciones mejores. Las plataformas de blogs con críticas gastronómicas ya existían pero junto con TripAdvisor crearon un cambio radical en las críticas de restaurantes. Las columnas de opinión dejaron de tener esa suma importancia. Ahora bien, esto puede tener un aspecto contraproducente, ya que la sabiduría de la multitud no es la misma que la de un experto.
Entonces llegó el momento que nombrábamos antes. Los clientes empezamos a hacer nuestras propias fotos. Por lo general desde arriba, colocando bien los platos, con buena luz, de forma natural, quizás también que se viera la mano de la persona que te acompaña... Así poco a poco llegaron los influencers de la comida. Porque influencers hay de todo tipo y también existen estos. Los platos más fotogénicos comenzaron a compartirse por todas partes y los seguidores aumentaban. No hay nada como una buena foto de un buen plato para abrir el apetito. Como resultado, surgió un nuevo tipo de celebridad gastronómica. No es un cocinero experto ni un entendido en cocina, sino una persona random que hace fotos a platos de comida y que es invitada a todas las inauguraciones gastronómicas.
Las tendencias que siguieron aguacates, alimentación sana, dietas de moda, bebidas de cúrcuma, aceite de coco... ya no importaban tanto por el sabor sino por esa tendencia de perder peso, de llevar una vida sana, de promover el bienestar. La comida, para algunas personas, ya no es un placer accesible sino una forma de vida, de demostrar cómo vives, qué deseas o cuánto molas. Dentro de esta moda también hubo un enorme crecimiento en lo que viene a ser el producto vegetariano, vegano o la que se ha denominado 'carne alternativa'.
A todo este cambio también se le suma el auge de los foodtrucks presentes en todos los festivales y mercadillos y de las aplicaciones de comida a domicilio, una tendencia que, en la actualidad, está completamente arraigada al día a día de todos los consumidores. Hay más opciones, algunas más saludables y se trata de un ámbito que parece que seguirá creciendo sin parar.