Las 5 historias más extrañas e inquietantes de la secta de El Palmar de Troya

La serie se estrenó el 6 de febrero en Movistar+ y existen varias historias que inspiran sus insólitos capítulos

Hasta finales de los años 70, el pueblo sevillano de El Palmar de Troya era una población como cualquier otra y con poco más de 4.000 habitantes. La mayoría de ellos eran campesinos. Se trataba de una zona humilde en la que la mayoría de sus habitantes no tenían más pretensión que tirar adelante. Pero algo cambió en 1968. En aquel año, el director Javier Palmero proyectó en los cines su película Manuel y Clemente, una sátira sobre el origen de una secta que tenía lugar en El Palmar de Troya. 

La impactante historia de la Iglesia Palmariana, una escisión herética y radical de la Iglesia Católica, tuvo su origen en cuatro niñas del pueblo aseguraran haber visto a la Virgen sobre un pequeño arbusto. Con aquel rumor sobre el pueblo, muchas otras personas seguían asegurando tener apariciones y entrar en éxtasis. Ahí estaba: era el germen de la secta. Con todos esos ingredientes que surgieron de pura casualidad, apareció la guinda del pastel: Clemente Domínguez.

El oportunista que surgió de la histeria colectiva

Este hombre había tenido desde muy joven una enseñanza católica severa y estricta. Como hacían otras personas del pueblo, Clemente aseguraba recibir mensajes del cielo, tener visiones místicas y la aparición de estigmas en su cuerpo. Pero tenía algo más: un liderazgo apabullante y mucho poder de convicción. Así que se autocoronó papa la iglesia palmariana tenía sus propios papas, obispos y sacerdotes y consiguió que el movimiento se extendiera de forma internacional.

Y Clemente no estaba solo, lo acompañaba Manuel. Estos dos personajes —además de tener una relación sentimental— compartían negocio. Lo que hacían era estafar con supuestas apariciones milagrosas que consiguieron que El Palmar de Troya se convirtiera en una especie de circo: decenas de personas peregrinaban y los videntes se reunían también allí buscando lo que todxs aseguraban que ocurría si te aliabas a la iglesia.

El pasado 6 de febrero Movistar+ estrenó la serie El Palmar de Troya y la semana pasada emitió su tercer capítulo. Son muchas las historias que rodean a esta secta y a este lugar y que son dignas de convertirse en serie. 

El papa que posó desnudo

En abril del año 2016, se conocía que Gregorio XVIII tercer papa de la Iglesia palmariana decidía abandonar a sus fieles para irse a Granada a vivir con Nieves Triviño, una exmonja de la orden de la que se había enamorado. La historia no acaba ahí, ya que después de aquello y de casarse con esta exmonja, posó desnudo junto a ella en la revista Interviú. Ambxs vestían como Adán y Eva. Con el paso del tiempo, el por aquel entonces llamado Gregorio XVIII, confesó que la Iglesia palmariana era una farsa.

Una muerte extraña

El mismo día de la coronación del papa Pedro III, un obispo palmariano regresó desde Irlanda hasta El Palmar de Troya. Era conocido como el padre Tobías. Se sabe que durante el tiempo que permaneció en la orden sufrió abusos sexuales, que le provocaron daños mentales. Dos días después de viajar desde Irlanda, y durante una ceremonia, el padre Tobías sufrió un infarto y falleció. Nadie llamó a la ambulancia y el certificado de su defunción lo firmó el propio médico de la iglesia.

Mutilación de genitales

Sucedió en diciembre  de 1982. Un joven de 26 años de nacionalidad cubana y novicio de la orden de El Palmar deTroya, intentó suicidarse cortándose los genitales y clavándose las púas de un cilicio una especie de cinturón que provoca dolor en los ojos. Como no lo consiguió, más tarde pudo hacerlo con un trozo de un espejo: se cortó los testículos y los tiró por el retrete, después se mutiló el pene. Mientras permanecía en el hospital la misa se retransmitía por los altavoces, la cual solicitó que, por favor, no llegara a sus oídos.

Violaciones a monjas y menores

El papa Clemente, uno de los principales protagonistas de estas historia no cumplía con lo que proclamaba su propia doctrina. Aunque se tratara de una secta donde estaba prohibido relacionarse con personas de fuera de la iglesia palmariana, a Clemente le gustaba salir por la noche de fiesta. En la década de los 90 el propio Clemente reconoció que había abusado sexualmente de sacerdotes y monjas de la orden. Pero fue su secretario quien confesó que había llegado a abusar también de menores.

Muerte que cruza países

El ABC de Sevilla contó, en el año 2016, otro de los extraños casos que tiene relación con El Palmar de Troya. Es la historia de una mujer que perteneció a la secta y que fue encontrada muerta sola en la cama en su casa de Wexford en Irlanda. La encontraron dos meses después de morir. Los medios irlandeses explicaron que Bridget Crosbie, como se llamaba, vivía atrapada por la iglesia palmariana, sus familiares dijeron que había sido "destruida por el culto a dicha sociedad secreta".