"Quién te hace reír, te hará gemir", dice una popular frase del psicólogo Rubén Turienzo que revolotea de aquí para allá por todo internet. Y, aunque no tenga la precisión de una ecuación matemática, la realidad es que todos sabemos la importancia que tiene el sentido del humor tanto en el amor con en la atracción. John Gottman, uno de los mayores expertos en relaciones de pareja del mundo, asegura ser capaz de predecir si una pareja continuará junta tras seis años con solo escuchar algunas de sus conversaciones y discusiones. El sentido del humor compartido o no es una de las claves de sus análisis.
Porque todo el mundo tiene sentido del humor. Somos todos seres de la misma especie y traemos dentro las carcajadas. El problema es que nos las provocan cosas diferentes. En ese sentido una pareja será muchísimo más fuerte si comparte un mismo sentido del humor. Podríamos decir que existen tantos como personas en el mundo pero el experto en liderazgo Ronald E. Riggio apunta en un artículo para Psychology Today que se pueden categorizar en cuatro variedades diferentes según las investigaciones científicas. Detectarlas con claridad puede ayudarnos a tomar buenas decisiones sentimentales.
Así, el primer tipo de humor que encontramos es el humor de afiliación. Un humor muy light y amable que se centra en cosas cotidianas y cuyo objetivo "es unir a las personas, crear un sentido de compañerismo, de felicidad y de bienestar". Todo lo contrario que la segunda variedad: el humor agresivo. En las palabras del propio Riggio, "esto implica humillaciones o insultos dirigidos a las personas". Es el tipo de humor que usan algunos cómicos expertos en el desprecio. "Mientras que algunos de la audiencia encontrarán divertido este tipo de humor, otros pueden reírse para encubrir una sensación de incomodidad".
Además, debemos tener en cuenta que este humor puede transformarse en bullying cuando tiene por meta "amenazar o dañar psicólogicamente a otros". Es importante saber reconocerlo para protegerse de esas personas que, en una relación, lo utilizan para hundirte. Como también lo es saber reconocer ese humor que Riggio denomina humor de autodescalificación, basado en autocompadecerse o autoridiculizarse. De una manera comedida puede ser una buena terapia de humildad para nosotros mismos, pero en exceso "puede ser una forma poco saludable de humor". Un autocastigo que nos hunda aún más.
Por último, encontramos el humor de autoengrandecimiento. Es completamente opuesto al anterior y se caracteriza por "ser capaz de reírse de uno mismo, como hacer una broma cuando algo malo te ha sucedido" y es bastante más saludable que el humor de autodescalificación. Grosso modo, "es tratar de encontrar el humor en situaciones cotidianas y hacerte el objetivo del humor de una manera bien intencionada". Como bien explica Riggio en ese mismo artículo, es un humor estrechamente vinculado con el encaramiento saludable del estrés y de otras emociones negativas. ¿Y tú que tipo de humor tienes y buscas?