Los youtubers crean un sindicato para luchar contra la tiranía del algoritmo

Puede parecer a broma, pero no lo es: el sindicato youtuber se han integrado a la asociación de trabajadores con más afiliados del mundo para defender sus derechos frente al gigante audiovisual

Ser youtuber ha dejado de ser un ejercicio de libre creación y cada vez se parece más a currar desde casa para una gran multinacional. Desde hace un par de años largos, la mayor plataforma de vídeos en streaming del mundo ha impuesto sus criterios y el algoritmo condenando a los creadores de contenido a ajustarse a sus condiciones para evitar la temida desmonetización de sus vídeos y, con ello, de su particular manera de ganarse la vida. 

Pero no todos los youtubers están dispuestos a observar cómo sus ingresos se desvanecen por decisión de un algoritmo, el alemán Joerg Sprave, un señor de 54 años que se volvió viral disparando a todo tipo de objetos con sus tirachinas caseros, ha optado por la vía reivindicativa y ha fundado el Youtubers Union, el primer sindicato de youtubers del mundo. Y, aunque pueda sonar a cachondeo, la cosa es seria porque se han integrado dentro del IG Metall, la asociación de trabajadores con más afiliados del mundo 2,3 millones.

Aunque de momento la Youtubers Union solo cuenta con 500 afiliados, sus reivindicaciones están más que claras: la plataforma deberá publicar los criterios que afectan a la monetización y las vistas de los vídeos, ofrecer explicaciones claras sobre las decisiones individuales y brindar a los youtubers una persona de contacto autorizada para explicar las decisiones que tengan consecuencias negativas y puedan ser impugnadas por los afectados. Especialmente ante la decisión de fomentar y mantener canales que infringen claramente las reglas de la comunidad mientras otros son censurados sin aviso previo.

"Han diseñado un sistema de una manera que nos tiene bajo control completo. Cada uno de nuestros vídeos es analizado por más de 10.000 censores y tenemos que hacer nuestros vídeos exactamente como ellos quieren o, de lo contrario, nos enfrentaremos a la desmonetización y el filtrado. Si dejamos de subir por un tiempo, por vacaciones o simplemente porque estamos enfermos, perdemos suscriptores y visitas, ya que el motor de recomendaciones está programado para favorecer cargas muy frecuentes”, denunciaba Sprave en un manifiesto divulgado el pasado 26 de julio.

La pelota está ahora en el tejado de la plataforma que tendrá hasta el próximo 23 de agosto para reunirse con el sindicato y responder a sus demandas o se iniciará una batalla legal en la que Youtube tiene las de perder ya que, entre otras cosas, parece que los creadores de contenido podrían intentar demostrar que, en realidad, trabajan como falsos autónomos. Lo que está claro es que el malestar con el referente de vídeos en internet y la migración de muchos creadores hacia otras plataformas como Twitch es solo el inicio de una guerra que nadie sabe cómo acabará.