True Detective: Primera Temporada VS Segunda

Viendo los dos primeros capítulos de la segunda temporada de True Detective, ya podemos decir que se trata de una serie totalmente nueva. Aquí las razones:

Sí, pero no.

Sí, mantiene el mismo título de cabecera. Sí, el showrunner es el mismo. Pero la segunda temporada de True Detective no es ni mucho menos una continuación de la primera. De hecho, una no tiene nada que ver con la otra. Es una serie nueva. Una nueva historia. Con nuevos personajes.

Una vez vistos los dos primeros capítulos de esta segunda entrega, podemos discernir ciertas diferencias básicas y estructurales entre ambas sin spoilers.

Opening

Aunque estéticamente son similares, se cambia la canción de entrada. Pasamos del Far From Any Road de The Handsome Family, al Nevermind de Leonard Cohen, con un tono más “oscuro”, si podemos llamarle así.

El hecho de que cambie la música no es algo gratuito. Es una declaración de intenciones que nos pretende advertir de que lo que vamos a ver es algo completamente diferente a lo que estábamos habituados.


Estructura

Pasamos de tener dos personajes principales, Rust y Marty, a tener cuatro, Velcoro, Semyon. Bezzerides y Woodrugh. Todos ellos con grandes problemas personales que tienen que arrastrar en su día a día.

La diversificación de tramas hace que en algunos momentos la serie sea más densa y difícil de seguir. En esta segunda temporada todo es más variado hasta el punto de que puede parecer un poco caótico.


Pérdida de elementos característicos

Seguramente, el signo más claro de que estamos delante de una serie nueva sea que muchos de aquellos elementos que hicieron de la primera temporada una serie de referencia e incluso de culto, ya no aparecen.

La química entre McConaughey y Harrelson no se aprecia en ninguna relación de esta nueva temporada. Sus elaborados diálogos, su sentido del humor, su frescura e incluso el componente filosófico se pierden. Esta nueva temporada también apuesta por interrogatorios a los personajes, aunque de manera más esporádica.  Los diálogos son más llanos, seguramente buscando hacer una serie más popular. Se echarán de menos las conversaciones pretenciosas y filosóficas entre Rust y Marty en el coche.


Género negro

No es justo comparar la primera temporada con la segunda, aunque también parece algo inevitable. Eso no quiere decir que no podamos disfrutar esta nueva entrega. Busca su esencia en el género negro más puro, que para los amantes de lo detectivesco, puede convertirse en algo sumamente atractivo y entretenido. Sin embargo, quien busca en la segunda temporada alguna reminiscencia de la primera se llevará un buen chasco.


Dirección

Pasamos de construcciones creativas de Cary Fukunaga recordado sobre todo por el plano secuencia del cuarto capítulo de la primera temporada, donde cada episodio parece una película, a una dirección más simple y visualmente más sencilla de Justin Lin responsable de los dos primeros capítulos de la segunda temporada y artífice de cuatro entregas de Fast&Furious. Los planos cenitales de autopistas y zonas urbanas son un recurso constante que suena a solución fácil.