Trucos para parecer muy simpático cuando en realidad eres un poco gilipollas (y lo sabes)

Hay gente que es imbécil, porque sí. Porque tienen ese gen que les obliga a odiar la vida y a los demás. A veces te toca aguantarles porque trabajan contigo, porque es el amigo de tu novio o tu prima la de Cuenca que ha venido por Navidad. Qué palo. Hacerte el simpático con gente que es gilipollas es incluso más cansado que vivir en un 9º sin ascensor. Pero si estás en el otro lado y normalmente caes mal por Dios, con lo majo que eres, podemos darte algunos trucos destapados por un amigo que yo creía que era adorable, pero ha resultado fingir más que Meg Ryan con los orgasmos.

¿Te acuerdas de esa clase que no te interesaba en absoluto te bastaba con mirar al profesor y asentir? El profesor creía que estabas tan motivado que ya llevabas un 5 en el examen solo por la actitud. Pues lo mismo con aquellas personas a las que preguntas qué tal cuando en realidad te interesa poco o nada lo que te están contando. Eso sí, de nada sirve preguntar y quedarte callado, hay que ayudar a la narración del otro para que no sospechen con un “ ¿en serio?” “¿de verdad?” “¿con quién?” “ oye pues me alegro” o un “ a ver, a ver, explícame esto último que no lo he entendido”.

Si esto también te agota, opta por repetir la última palabra de cada frase que digan como si te pareciera lo más fuerte del mundo. Tal que así: "Fulano me dijo que no podía llegar allí sin avisar". Y tú : "¿Sin avisar?". De aquí a Hollywood, señores.

Finge que al  menos te interesa, todo lo contrario a lo que está haciendo Bob Dylan con su Nobel de literatura.

“A veces quedas de generoso ofreciendo cosas como comida que ya no quieres, chicles, céntimos que te sobran, ropa que ya no usas, la pelusa del bolsillo, un cupón yo qué se, lo que sea. Si es que son cosas que no te interesan y quedas hasta bien ofreciéndolas aunque ellos tampoco quieran pero el gesto ahí queda”. ¿Captas? Pues a repartir.

Postureo puro y duro. Existe, no puedes eliminarlo, así que úsalo en tu favor. Coge a tu primos pequeños y hazte selfies con ellos oblígales si hace falta, nadie se va a enterar. No desistas hasta conseguir la foto más adorable posible y los subes a las redes. No te olvides de acompañarlos con hashtags ajenos a tu persona: #love #blessed #pocoapoco #life #livlaughlove #family

Esto en algunas ocasiones también te puede servir para follar. Dice mi amigo, cuidado.

A todos nos dan pereza esas personas que se dedican a saludar a los martes, los jueves y celebrar el viernes en Facebook con una foto llena de gatitos y arcoíris. Pero cierto es que casi nunca se les considera malas personas, sino optimistas y adorables. Ayuda también subir canciones que le gustan a todo el mundo. Pero ojo, si subes alguna de una folclórica para hacerte el gracioso, que no sea para meterte con ella excesivamente. Los amantes de las folclóricas están por todas partes, al acecho, y no aceptan una crítica a la Jurado ni a la Durcal. No te la juegues tanto.

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Y lo bien que queda ir de Boy Scoutt por la vida pareciendo que quieres estar todo el día con tus amigos, proponer planes originales, escapadas, quedadas... para luego realmente ir a la mitad, porque te surge algo inesperado a última hora que es mentira y realmente quieres estar en casa a tu aire. No irás, pero eres el que propones, que eso siempre da confianza.

Si al final, hagas lo que hagas, eres un gilipollas, por lo menos se el típico gracioso. No hay nada peor que un imbécil y encima serio y soso. Necesitas coñas de esas que van con segundas, puedes permitirte decir lo que piensas y darle una vuelta para que parezca broma. Desahógate, como es broma, siempre puedes pedir perdón y decir "no sabía que eras tan susceptible, pensaba que teníamos buen rollo" 

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