Los Tipos de Estudiantes Que Te Encuentras En Todas Las Clases Universitarias

Ya lo habréis visto en Compañeros, en Al Salir De Clase o en Física o Química, los prototipos de alumnos que hay en nuestro país son cuanto menos bastante pintorescos. 

Ya lo habréis visto en Compañeros, en Al Salir De Clase o en Física o Química. Los prototipos de alumnos que hay en nuestro país son cuanto menos bastante pintorescos. Nos falta la chispa americana y las taquillas de animadora, pero nosotros nos encargamos de darle estopa con unos cuantos niños de barrio.

La universidad española es el reflejo de nuestra gastronomía, es una buena tapa: breve pero intensa. Mileniales, todos sabéis de lo que hablo, así que viajemos a la época que te cambia los esquemas para recordar quiénes son los tipos de estudiantes que uno se encuentra en todas las clases universitarias.

1. El rebotado

No sabía qué hacer y se ha metido en una carrera al azar, le importa muy poco lo que le rodea y gasta todo su tiempo en dejar que la vida simplemente pase. No suele ponerse nervioso por absolutamente nada, tiene muy claro que estas son sus vacaciones y nadie va a impedírselo. Le encanta hacer garabatos caricaturescos en cualquier esquina de la mesa.


2. El puto amo

Yo no he venido aquí a hablar de mi libro. Es algo así como el rey del mambo, un jefe de estado sin legitimidad que se ha otorgado todos los títulos que dice tener. Se sienta en las últimas filas y mantiene una mirada retadora con prácticamente toda la clase.


3. El de los apuntes

Nunca sabrás nada más sobre su persona, solo que es el que pasa los apuntes. A veces se sale de su papel habitual y dice una frase, pero normalmente es un mero repartidor de conocimiento. Se suele ubicar entre las 4 primeras filas, y precisamente por el interés te quiero Andrés, acaba rodeado de alguna que otra rubia solitaria.


4. El asocial

Viene una vez a la semana y porque es la única asignatura obligatoria por la que debe acercarse a la universidad. Normalmente se junta con el resto de asociales, eso sí, casi nunca coinciden. Cuando le da por pasarse se suele sentar pegado a la pared, lo más oculto posible del resto de la humanidad.


5. El guay

Esta persona solo quiere llamar la atención, da igual cómo, con quién y de qué manera. Su objetivo no es sacarse la carrera, sino caerle bien a toda la universidad. Habla con todo el mundo, incluso lo hace solo, es amigo del que hace las fotocopias, suele pegar los carteles de las fiestas y se apunta a un bombardeo con tal de que le conozcan. Va rotando de fila en fila, si no lo hace perderá seguidores.


6. El camello

Siempre hay alguien que pasa, o que tiene pinta de que fume porros. Es una rasta con patas y nunca falla en las huelgas, pasa del sistema, protesta por casi todo y si le das unos timbales hace la batucada del siglo. Su estilo consigue atraer a aquellos que buscan “algo diferente”. Sí, la vegana que se sienta a tu izquierda.


7. El sabelotodo

Siempre tiene que responder, da igual que no haya debate porque su intervención está asegurada. El profesor se sabe su nombre y todos hemos tenido pesadillas con él, tiene que hacerse notar aunque solo sea para decir la estupidez más innecesaria del mundo. Ha logrado crear pereza a su alrededor y se ha apuntado como voluntario en la biblioteca. Allí, al menos, no podrá hablar.


8. Los guaperas

Eso ha sido así desde incluso desde antes de American Pie. Los guapos van con los guapos y punto. En la universidad formarán una gran alianza y moverán la melena al viento entre pasillo y pasillo, se pasarán apuntes, organizarán un viaje, fumarán de todo, harán chuletas mientras pasean de la mano y dirán aquello de “ha sido el mejor año de nuestras vidas”.


9. El triunfador

Será el emprendedor del año y conseguirá que le hagan una película por inventar cualquier red social o aplicación de moda. Desde el primer año está metido en cosas extrañas, falta mucho a clase, pero consigue triunfar haciendo otros proyectos en el campus. Fuera, ya empieza a sonar su nombre. No sabes cómo lo ha hecho, pero cuando terminas la carrera él ya tiene su propia empresa.