Mileniales, ya basta. No podemos permitirlo, Tinder se está llenando de gente que está ahí 'para conocer gente'. Sí, está claro que de follar ni hablamos, eso a nadie se le ha pasado por la cabeza ironía profunda.
Si te fijas un poquito y conoces la estructura de la aplicación, hay dos opciones: elegir X o corazón. X de 'es feísimo', 'vaya cardo', 'paso de viejas', 'es un niñato'. Y corazón de '¿dónde lo hacemos?'. Esas típicas reacciones que tienes cuando vas por la calle...A ver, no pasa nada por admitirlo. A Tinder se va a ligar, a jugar, a ver si hay mandanga. Pero no, parece que cuesta comprenderlo. ¡Cuidado! Que no siempre tiene porque pasar, puede acabar mal, puede que incluso solo te caiga bien, y que la cita no pase de un 'ya quedaremos'. Pero nadie puede discutir las intenciones de Tinder.
Por Dios, que Tinder significa leña, y leña es fuego, y fuego es sexo. Punto. Bueno, la llama es la imagen de marca de la aplicación, que digo yo que para hacer amigos o aprender a hablar inglés también te puedes ir a Busuu.
Además, ¿por qué la gente pone fotos antiguas pasadas por Photoshop? ¿Es un efecto vintage? No, es que en tres fotos tienes que petarlo y conseguir un MATCH por ronda por lo menos. No finjas que no te afecta, porque ya has cambiado la descripción unas cuantas veces desde que abriste tu cuenta. Lo mejor viene con el '¿hola, qué buscas?'. Es un Nemo en toda regla, pero hay una respuesta de moda: 'no sé, lo que surja'. Puede admitirse la duda, pero negar la razón de ser de Tinder es engañarse.
Así que, mileniales que utilizáis la aplicación sin ningún fin amoroso sexual, leed la letra pequeña que aparece cuando la leña empieza a arder: 'It's a match! Tú y David os gustáis'.
Y no olvides contárselo a tus amigos por Facebook Tinder no es para eso, ni tampoco una reunión de amigos.