Tecnodramas, Capítulo 2: Atención, Esta Persona Te Ha Bloqueado

Que alguien te bloquee en WhatsApp se ha vuelto una auténtica moda. Sobre todo si lo que se quiere es rizar el rizo y llamar la atención.

Si hace poco recordábamos el drama que vivimos hoy en día con la última conexión de WhatsApp, ahora es el turno de otro de los grandes momentos de la generación milienial: "Creo que me ha bloqueado".

Por si no fuese suficientemente patético el grado de absurdez que alcanzan las conversaciones de pareja en los chats de mensajería instantánea, la empresa que compró Zuckerberg inventó eso que casi todo el mundo teme y que la mayoría utiliza mal. Porque sí, bloquear a alguien en WhatsApp es el nuevo "Me voy a chivar a mamá".

El amor hace tiempo que dejó de ser misterioso, así que la nueva forma de hacerse el interesante pasa por bloquear a esa persona y "aguantar" tras la barrera hasta que el otro sea capaz de dar el paso que volverá a conectaros: enviar un sms.

Nos conocemos lo suficiente como para saber que en la mayoría de casos solo utilizamos el bloqueo para reforzar nuestro ego y pensar: "a ver si se da cuenta de lo que me quiere y me lo demuestra de verdad". Es decir, como si de una regresión a la infancia más absoluta se tratase, los mileniales hemos caído en la trampa del bloqueo creyendo que es la bomba de las reconciliaciones.

Sucede que realmente toda la situación que se crea alrededor de este "coitus interruptus" es profundamente patética. Todos caemos en la trampa de pensar que nuestros egos ganarán terreno, cuando en realidad se produce una auténtica venganza basada en romper la comunicación "momentáneamente". Piensas: "a ver si así todo cambia". Sí, quieres volver a ser su centro de atención y ya no sabes qué hacer...

Ahora haz el favor de despertar y darte cuenta del juego que estáis llevando. Vale que hayamos asumido que WhatsApp es un buen lugar para las discusiones de pareja, para tener sexo telefónico o incluso para romper con tu "churri", pero de ahí a que el bloqueo sea el dogma del nuevo siglo hay unas cuantas idas de olla.

Si eres inteligente sabrás cuándo y cómo utilizar esta herramienta. Pero, por favor, no utilices el bloqueo para hacerte el guay o para acabar llorando en el banco de delante de su casa. Alguien debería adjuntar un libro de instrucciones con esta posibilidad y poner en letra bien grande: si lo haces, hazlo bien. No guardes su número en una servilleta ni intentes encontrarlo en la lista de llamadas recientes.

Esta persona te ha bloqueado. 

 

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