Llegará un día en el que tengas un piso. Pero no un piso cualquiera, sino uno de esos que dan envidia a amigos y conocidos, con techos altos, plantas en perfecto estado de salud, vinilos y pósters acojonantes de pelis que no conoce ni Cristo. Pero mientras esa realidad virtual va llegando, aceptemos la situación actual: tú vives con tus padres, tu novio/a también, y a no ser que fotocopies billetes de 50, el sueldo no da para hoteles.
Así que para disfrutar del gran placer que es despertarte un sábado cualquiera mientras te hacen la cucharita hay que pagar un precio: dormir en casa de sus padres. A todos nos ha pasado, y se prevé que a un 200% de los jóvenes del futuro también les pasará. Y nadie, absolutamente nadie, se ha librado ni se librará de estos momentazos:
Ir al lavabo en bragas en medio de la noche
Y encontrarte a tu suegro en el pasillo... Que sí. Que ir en bragas es casi lo mismo que estar en biquini, y no por eso te escondes debajo de la toalla cuando vas con alguien a la playa. Pero oye, qué innecesario era descubrir que el padre de tu novio/a duerme con un pijama tan ajustado.
Cuando duermes en una casa donde no tienes pijama
Para salir de la habitación con la mayor dignidad posible, puedes optar por una combinación de prendas ajenas tipo: pantalón de básquet, camiseta ancha y calcetines o ponerte ya de primeras la ropa del día anterior. Así de básico. Así de difícil. Y todo esto sin haberte tomado aún un café.
Disimular la resaca delante de la familia debería desgravar a Hacienda
No hay mejor manera de culminar una buena fiesta que durmiendo al calor de otro cuerpo, aunque sea en una cama de 90. Eso sí, prepárate para levantarte a las 2 de la tarde –cuando todos llevan 5 horas despiertos- con un aire a lo Courtney Love que ni la más larga de las duchas podrá disipar.
Lo cual nos lleva a otro drama igual de intenso.
Volver a tu casa con la ropa de fiesta del día anterior
Quizás haya personas lo suficientemente organizadas para llevarse una bolsa con una muda, pero en la vida del ser humano estándar uno no sabe a dónde le llevará la noche, y acaba teniendo que elegir entre estas dos opciones:
a Disfrazarte con ropa de tu pareja, consiguiendo un resultado sospechosamente similar a E.T.
b Comenzar el famoso "walk of shame" o camino de vuelta a casa acechada por el sol del mediodía, con un look que ayer a las 12 de la noche te parecía fantástico, pero con el que hoy te miran hasta los gatos cuando pasan por tu lado.
Es así: el sexo con gente en casa es aparentemente incómodo, pero extrañamente excitante. Esos muelles que suenan mientras tu cuñado está jugando a la Play en la habitación de al lado, esas siestas en las que lo dais todo mientras los padres de tu novio se echan una cabezadita con Saber y Ganar en el comedor...
Pero oye, si esta es ahora mismo tu vida y te parece un poco coñazo, no te preocupes, porque dentro de un tiempo seguro que os podéis ir a vivir juntos… y entonces sí vais a saber lo que significa la palabra COMPLICADO.
