'Autodefensa': ¿por qué unos la aman y otros la odian?

La serie, creada por Belén Barenys y Berta Prieto, ha recibido múltiples alabanzas y críticas en sus primeras semanas en Filmin

Dos chicas alternativas de Barcelona con veintipocos años, Belén Barenys y Berta Prieto, guionistas y protagonistas de la serie 'Autodefensa', han conseguido lo que querían: que se hable mucho de ellas. Eso sí, para bien y para mal, cuestionando hasta el color de sus uñas, la cualidad moral de sus actos o bien elevándolas a maestras del séptimo arte.

Pocas veces las redes sobrerreaccionaron tanto a una serie como a 'Autodefensa' y, sobre todo, pocas veces sus críticxs le exigieron tanto y le pusieron tanta lupa. Cualquiera diría que es la última de Sorrentino o que ha renacido Godard. Puede parecer cliché, pero tal vez paradójicamente se le exija más a alguien joven que a alguien experimentado que lo borde en su obra y, por supuesto, siempre más reproche para las chicas que para los chicos, eso seguro.

De 'Autodefensa' se ha dicho que no tiene mirada de clase, que solo retrata desde el privilegio, que es frívola, que deja mal a los hombres en general, que va de rompedora cuando repite cosas ya vistas anteriormente, que sería más revolucionaria si retratara más ternura y menos cinismo, que blanquea el uso de las drogas, que no representa a la juventud, que da una mala imagen de ella...Se han dicho tantas cosas que unx llega a preguntarse si no se estará exigiendo directamente a 'Autodefensa' que sea una serie que no es o, peor aún, que sea todas las series a la vez.

¿Alguna vez a alguien se le ocurriría criticarle a una serie del Tercer Reich que siempre retratan a Hitler como un hombre y siempre esté rodeado de hombres (y no, no es una comparación malintencionada)? ¿O pedirle a una peli de western que justifique todos sus disparos? ¿Le hemos pedido a lxs personajes de 'White Lotus' que pidan perdón por todos sus pecados? Más bien no.

¿Se le está exigiendo demasiado a la serie?

En cambio, a 'Autodefensa' se le pide una pulcritud moral, una mirada de clase y una profundidad emocional que no hemos visto en casi ninguna ficción últimamente y que, además, no es lo que pretende. Lo más flipante de 'Autodefensa' es la autenticidad con la que parodia la frivolidad de sus protagonistas, sea esta cierta o una aberrante exageración, y en esa duda radica la rabia que da -y que quiere dar- a sus espectadorxs. La confusión está en odiar a las actrices y guionistas en vez de a las protagonistas, como si de repente culparas al director de Seven de los asesinatos en serie.

Además, incluso cuando Berta y Belén son unas impresentables, te hacen reír por cómo juegan con los límites de lo que pueden soportar sus víctimas o espectadores y, sobre todo, por cómo hacen de espejo para aquellos que son más cretinos todavía.

Berta y Belén hacen lo que han hecho y representado muchos hombres durante muchos años: aprovecharse de las mujeres para su beneficio, a veces engañándolos, a veces simplemente humillándolos. Pero, en muchos casos, con una diferencia importante en relación a muchos casos masculinos que hemos visto previamente: en muchas ocasiones los chicos que lo sufren se lo merecen. O si no, hagamos zoom en el compositor barato que canta una canción después de follar o en el cineasta acosador que te hace la envolvente del artista para follar.

Un retrato del egoísmo moderno

Pero, incluso cuando sus víctimas no merecen las fechorías, ¿desde cuándo se exige bondad a unas protagonistas, que te caigan bien? ¿Qué hay menos profundo que la complacencia? Belén y Berta te hacen reír y te hacen vibrar con sus aventurillas. Al fin y al cabo, su serie es una historia de aventuras y desventuras de la gente joven de un ámbito muy concreto (el alternativo de la capital de Barcelona), vinculado al artisteo y con buena media de dineritos, que al final también es quien tiene Filmin y no cualquier otra plataforma.

'Autodefensa' podría ser una venganza feminista del mundillo tostonazo del artisteo -y en parte lo es- pero es algo más. Es un alegato punk y un retrato del nihililsmo y el egoísmo imperantes, que si retratara algo más revolucionario o solidario seguramente no sería tan certero, y si se fijara en clases más populares probablemente buscaría algún tipo de justificación político-social a los excesos. Buena fotografía, música fina y una de las interpretaciones más auténticas de chicas jóvenes que se puedan ver, trucutru, trucutru, incluso al nivel de Ana Castillo en 'La llamada'...

'Autodefensa' es un muy buen retrato, exagerado pero creíble como el Madrid bohemio de Valle Inclán, pero de la gente guapa alternativa de Barcelona que, en el fondo, no es tan diferente a como era hace 20 años, aunque se comunique con stickers y sigue yendo a los mismos clubs y festivales. Porque nadie recuerda una época en la que lxs jóvenes o lxs adultxs se dedicaran a ir salvando al mundo y ser majísimxs y altruistas.