Todas tenemos una amiga de esas. De las tóxicas. Puro cianuro. Arsénico. Cicuta. Baba de tarántula. Ojo, porque probablemente la tengas al lado y ni te has dado cuenta. Porque eso hace la amiga tóxica, envenenarte sin que te des cuenta. Me explico: es una amiga que está ahí para todo, sí, que parece preocuparse por tooooodo lo que te pasa en la vida, pero que en realidad, lo que hace es controlarte. Te da los buenos días nada más despertarte pero, por supuesto, te preguntará por qué te conectaste a las 3:00 de la mañana hora cachonda, sí un martes.
Miento, ella no pregunta, ella EXIGE saberlo y tú te ves a ti misma dando explicaciones: pues mira, me desvelé porque me picó un mosquito, o mira, me escribió Pablo, el buenorro de la biblioteca y nos pusimos mensajes guarros… ¡como si a ella le importara! Tu amiga la tóxica sabe a qué hora vas al gimnasio, cuánto gastas en móvil, si estrenas sujetador o si tienes la puñetera regla.
Cualquiera podría pensar que puede ser halagador tener una amiga TAN pendiente de una, pero no. Porque la amiga tóxica quiere saber toda la información para tener luego argumentos: si dices que estás cansada, ella te contesta: “no haberte puesto a chatear con un tío a las 3:00 de la mañana”. Si tienes agujetas te dice: “pues no haber ido al gimnasio dos veces, con la vigorexia esa que te ha entrado”. Si te compras un vestido, te dirá: “no me gusta nada como te queda, te hace AÚN MÁS gorda".
Si le cuentas una buena noticia, ella tendrá otra mala para contarte y tu felicidad quedará totalmente diluida, destruida, aniquilada, en un segundo. La 'jodía' tiene buena memoria, y se quedará con todos los detalles que pueda luego utilizar en tu contra. Pero espabila. A tu amiga la tóxica lo que le pasa es que te tiene envidia. Vas despertando de tu embobamiento. Y te das cuenta de que tiene la habilidad de condensar varias profesiones en una y ejerce a la vez de madre, novio, vecina del visillo, portera del edificio, directora del colegio o guardia civil. Te dirá cosas tipo:
- No le contestes, pasa del tío ese, te va a romper el corazón y luego vendrás a llorarme a mí.
- No conduzcas tan rápido que acuérdate cuando pinchaste la rueda aquel día y tu padre te dejó de pagar el seguro.
- No te pongas ese vestido, que es de guarrilla.
- No te pongas las gafas esas de sol que no hace sol.
- No vayas a llegar tarde de esa fiesta porque luego te quejas de que tienes resaca.
- No, no, no… y no.
Pero, ¿qué necesidad tienes tú de tener a alguien así en tu vida? Peor aún, ¿cómo ha conseguido entrar alguien así en tu vida sin que te des cuenta? Puede que llevéis siendo amigas desde la infancia y, aunque hayáis dejado de ver la vida de la misma manera, te de pena cambiar de aires, pero es bastante necesario. Especialmente aprender la lección y no consentir que ninguna otra toxiamiga se te arrime para amargarte la vida.
Cómo detectar a los amig@s tóxicos
1. Empiezas a caer en la cuenta de que no es una amiga oye, que también vale esto para hombres, ¿eh?, sino una máquina de descargar su mala leche emocional sobre ti.
2. Tienen baja autoestima, aunque en principio no lo parezca ni de coña.
3. Aman el drama. Son agoreros, todo lo negativo que pueda pasar ante una situación divertida, nueva, diferente, atrevida, te lo dirán y chafarán la situación. Porque los dramáticos atraen el drama. Y los tóxicos, la radioactividad.
4. Controlan tu vida o lo intentan porque en realidad no controlan la suya y necesitan machacarte para tener su zona de confort a salvo. Sí, tu mierda es su zona de control.
5. Neutralizan al resto de tus amigos. Intentará alejarte de los demás. "Esa tía no me cae nada nada bien, me habló fatal. Cuando la llames para quedar, avísame porque yo no voy. Me quedo en mi casa, sola, aburrida, viendo Acacias, antes de ir a un sitio en el que esté ella”.
6. Porque además, eso también lo hacen, lo de ir de víctimas y echarte a ti el muerto de su soledad/aburrimiento/desconsuelo/tristeza.
7. Ella podrá hacer todo tipo de aseveraciones o también bromas sobre tu forma de ser, tu aspecto físico o tu look, pero NI SE TE OCURRA hacerlo al revés. Se montará el pollo, o peor, se hará la molesta, la borde, la digna y tú no sabrás qué coño ha pasado, porque le preguntarás qué le pasa y te dirá: “a mí nada”.
Y sí, si pasa. Pasa que tienes una amiga tóxica, ahora ya lo sabes. Y lo siguiente es elegir entre estas dos opciones: darle la contraseña de Google Calendar para que te siga organizando/controlando/boicoteando la vida, o directamente… mandarla a la mierda para siempre. Tú decides.