Todas hemos tenido una noche en la que hemos salido de fiesta con amigas y nos hemos desfasado de más. Cuando estamos on fire no nos damos cuenta de muchas cosas, pero luego llega la mañana siguiente, cuando nos despertamos y no podemos con nuestra vida. Es ahí cuando seguro que muchas de nosotras hemos dicho frases como:
1. No me acuerdo de nada
Te has pasado con el alcohol, por lo que a la mañana siguiente tienes grandes lagunas al intentar recordar lo que hiciste la noche anterior. No pasa nada, vas a ir acordándote de todo lo que pasó según vayan pasando las horas y vayas hablando con tus amigas. Aunque a veces sería mejor vivir en la ignorancia... ¿No creéis?
2. No sé ni cómo he llegado a casa
No sería la primera vez que tras una larga noche de juerga te equivocas de dirección al coger el metro... Porque a quién no le ha pasado eso de salir de la parada del metro, desorientarse y en vez de ir en dirección a tu casa, se va en dirección contraria y no se da cuenta hasta pasados al menos diez minutos de camino.
3. ¿Alguien tiene un ibuprofeno?
¡Barra libre de ibuprofenos! Es el mejor remedio que existe para la resaca. Comprobado. Se te quita el dolor de cabeza y también te calma si te has torcido el tobillo por culpa de los zapatos de tacón la noche anterior.
4. No vuelvo a beber más
Sin duda la frase más típica de todas. La mañana siguiente después de salir tienes la resaca de tu vida, te duele la cabeza, la tripa, los pies y la vida, y es entonces cuando dices: ¡no pienso volver a beber! Todos sabemos que eso no va a ocurrir. Como mucho la promesa te va a durar un fin de semana más y luego vas a volver a ponerte hasta arriba de alcohol.
5. Otras medias nuevas a la basura...
Cada vez que sales y te pones medias... sabes que al volver a casa van a ir directas a la basura, si es que no te las quitas y las tiras durante el transcurso de la noche. Si no te hacen un boquete con un cigarro, ya te haces tú una carrera al ir al servicio o al enganchártelas con la cremallera del bolso, de la cazadora, las uñas o los anillos. Lo que está claro es que los de Calzedonia se forran con nosotras.
6. ¡Quiero amputarme los pies!
¡¡Malditos tacones!! Es evidente que para lucir hay que sufrir, así que, para vernos estupendas nos los hemos puesto para salir.. Pero después de aguantar toda la noche con ellos puestos, al llegar a casa, nos los quitamos casi tirándolos contra la pared y tenemos los pies tan reventados que lo único que queremos es meterlos en agua fría y ponerles un poco de crema. Y así hasta el fin de semana siguiente...
Crédito de la imagen: iweheartit.tumblr.com
