Cómo Salir Airosa De Un Pedo Vaginal

Puede que el pedo vaginal sea sonoro y que incluso su sonido se parezca peligrosamente al otro, pero en realidad no tienen absolutamente nada que ver.

"¡Fóllame aquí mismo!", gritas en pleno ardor amoroso. Camisas fuera, pantalones fuera... "¡No seas burro que aún llevo las bragas!" Besos, lametazos, mordiscos, la temperatura sube, la respiración se acelera, el sudor resbala, la penetración comienza y en una de estas que cambias de posición para seguir dándolo todo... PRRRRRRRRRRRRRRRR... tras lo que, según el grado de confianza, le sigue alguna justificación titubeante: "no ha sido un... ha sido un... bueno ya sabes", y por muy buen rollo que haya, los pedos vaginales son unos 'cortarollos'.

Silencio incómodo

Puede que el pedo vaginal sea sonoro y que incluso su sonido se parezca peligrosamente al otro, pero en realidad no tienen absolutamente nada que ver. Si queremos ser guays también lo podemos llamar en inglés: queefing, y es en realidad el resultado de una especie de bolsa de aire que se crea en los pliegues de la vagina durante la penetración pero también cuando se hace deporte y otras actividades físicas. Y como todo lo que sube baja, pues todo lo que entra también sale, pero en este caso con la mala pata de hacer un ruido que te baja la líbido en la cama y que te hace enrojecer en la clase de yoga.

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Es completamente involuntario, así que las chicas no se tienen que sentir mortificadas frente a este suceso tan sexy. Más bien, si tenemos que señalar a alguien, sería al responsable directo de este jaleo, el amigo pene, entrando y saliendo, desplazando aire en el interior de las cavidades vaginales.

¿Y cómo se evita todo este ir y venir de aire musical?

Si realmente te incomoda mucho el tema de los pedos vaginales, hay algunas cosas que se pueden hacer, como cambiar posiciones, o variar el ritmo de la penetración. Posturas como la de la chica arriba, el misionero o la cuchara son todas apuestas seguras, y libres de gases, mientras que el estilo perrito es el peor infractor, y mayor causante del maldito pedo vaginal. En teoría cuanto menos al fondo llegue el pene, menos aire desplazará con la acción.

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Lo mismo pasa con la velocidad del baile. El estilo bombeo como si no hubiera un mañana, es el menos recomendable para evitar estas situaciones. También hay una maniobra sencilla que ayuda a mover el aire atrapado. Basta con insertar un dedo dentro de la vagina entre las posiciones durante el coito. Esto ayuda a eliminar el aire, sin el ruido.

Pero en general, debería resbalárosla. El pedo vaginal es una de las acciones físicas más comunes e inocuas del cuerpo. Vale, el ruido, no es exactamente un temazo de Marvin Gaye para ambientar el momento, pero al menos es involuntario y tiene una explicación. No es como por ejemplo, montárselo con los calcetines de deporte puestos. Eso sí que no tiene nombre, ni perdón divino.

Crédito imagen: Darren Ankenman y Darren Ankenman