Sonita Alizadeh es una chica afgana de 19 años. Ha tenido que enfrentarse a la infinidad de obstáculos que cualquier mujer tiene en países y culturas tan extremistas, además de las dificultades que su propia familia le ha creado. Pero nada de esto le ha impedido lanzarse al mundo del rap y luchar con toda su fuerza por la igualdad de los seres humanos a través de su música, para que en un futuro las hijas de esta cultura no tengan que vivir lo que ella ha experimentado en su propia piel, y estoy seguro de que te gustará conocer su historia.
Desde los 14 años, cuando era una inmigrante ilegal en los suburbios de Teherán Irán, ya hacía todo lo posible para grabar su música y poder convertirse en la artista que siempre había querido ser. En el momento en el que su propia familia quiso venderla como esposa por alrededor de 8.000 euros, descubrió cuál era su misión para el resto de su vida: luchar contra el matrimonio infantil utilizando el rap como arma, y así lo cuenta en el premiado documental Sonita, en el que se pueden escuchar los testimonios de mucha gente de su entorno, tanto amigos como desconocidos que han vivido la misma situación, y la forma en la que cuentan su experiencia es desgarradora.
A pesar de su vocación por convertirse en rapera, de pequeña tenía completamente prohibido escuchar cualquier tipo de música, pero a partir de descubrir a sus ídolos Eminem, Missy Elliott y M.I.A. halló la necesidad de escribir todo lo que sentía en su interior y explicárselo al mundo.

Acabar con el matrimonio forzado de las niñas es su principal meta ahora mismo. Con su música intenta llegar a oídos del mundo entero y concienciar de que existen muchísimos más casos de los que creemos, porque ella sola es incapaz de exterminar esta práctica por completo.
“Lo hago por las niñas y por las mujeres que han vivido lo mismo que yo. 50 millones de chicas son forzadas a casarse , y yo tuve suerte de escapar, poder contar mi historia y luchar por acabar con todo esto.” - Sonita
No es un objetivo fácil teniendo en cuenta la diferencia del idioma y la poca información que nos llega sobre la situación de estos países, pero ha logrado crear un movimiento social increíble gracias a su fuerza de voluntad y su entrega. Ahora mismo está formándose para en un futuro estudiar derecho y poder actuar de forma más directa, aunque tiene claro que quiere dedicar su vida al rap.
Las redes sociales se han convertido en sus mejores amigas en esta batalla. Gracias a ellas ha podido ver la gran aceptación de su trabajo, y conseguir mucho apoyo para organizaciones solidarias que combaten la misma causa que ella, además de su propia campaña “I Am Not For Sale”.
Sonita es una mujer muy joven y es consciente de que está “desperdiciando la juventud” que podría estar “disfrutando con sus amigas”, tal y como ella misma dice, pero es feliz sabiendo que su carrera crece como la espuma consiguiendo dar voz a todas esas mujeres que tanto necesitan ser escuchadas.