Poco más de un metro de altura, dos trenzas, cara de no haber roto nunca un plato y una tabla de surf que es dos veces su tamaño. Esa es Quincy Symonds, también conocida como The Flying Squirrel -La Ardilla Voladora-, una niña de tan solo seis años que se ha convertido en un fenómeno de Internet gracias a sus habilidades como surfista y skater.
Pero más allá de lo gracioso que resulta ver a alguien tan pequeño haciendo algo extraordinario podéis ver el vídeo al final, se pueden extraer varias cosas de su historia que a todos nos vendría bien aprender.
Que nada te frene
Todos tenemos nuestras dificultades, y nuestro principal reto es superarlas. El principio de la corta vida de Quincy no fue fácil: ciertas complicaciones en el parto la tuvieron tres semanas en la UCI, y le detectaron hiperplasia suprarrenal congénita, una enfermedad genética que hace que su cuerpo no fabrique ciertas hormonas. Pasó sus dos primeros años en el hospital más que en casa y tiene que inyectarse cortisona tres veces al día. ¿Problema? Ninguno. A su temprana edad ya ha aceptado que eso es parte de su vida, y se ha propuesto no dejar que le impida hacer lo que más le gusta. Si ella llegó a esa conclusión, tú también puedes.
El miedo no sirve de nada
Una de las cosas que más nos impide disfrutar cuando somos pequeños, y que en muchos casos lo sigue haciendo de adultos, es el miedo a lo desconocido. Cuando tenía cuatro años le preguntó a su madre que a dónde iba su padre tan temprano todas las mañanas. "Está surfeando". La curiosidad pudo con ella, y al día siguiente le acompañó hasta Duranbah, el punto para hacer surf más cercano a su casa. Ella no tenía ni idea de lo que era surfear y la visión del océano habría servido para echar atrás a cualquier niño. Pero Quincy no dudó, como tampoco lo hizo cuando su padre le propuso iniciarse en el skate. Ahora cabalga las olas como un adulto y se lanza con su monopatín desde bowls de 4 metros. El miedo solo sirve para impedirte hacer lo que quieres hacer. Si ella pudo superarlo, tú también puedes.
Haz de tus pasiones tu vida
"Cuando la vi después de surfear por primera vez, noté que era una niña diferente, y supe que nunca dejaría de hacerlo". Con esta frase define su madre a la perfección la pasión que siente la niña por el surf, y es que ama tanto el mar que los días que no puede surfear se pasa horas mirando el océano -o se va a Skate Park-. Con tan solo cuatro años, tomó una decisión que muchos de nosotros, ya de más mayores, somos incapaces de tomar: dedicar su vida a hacer aquello que le gusta. Si ella pudo tomarla, sabes de sobra que tú también puedes.
The Flying Squirrel ha hecho todo esto no siendo más que una niña. Pero, oye, nunca es tarde para seguir un buen ejemplo.
https://www.youtube.com/watch?v=eu4bWPHuJIk
Crédito de la imagen: markyourwaves.es