¿Por Qué Nos Ponen Más Los Extranjeros?

Con los extranjeros suelen pasar dos cosas: una es que todos te pueden parecer guiris borrachos tocapelotas y los aborrezcas; la otra es que cuando oyes su acento, aunque sea de un tío de Ponchatoula, Luisiana, te cambie la cara y te pongas más conte

Con los extranjeros suelen pasar dos cosas: una es que todos te pueden parecer guiris borrachos tocapelotas y los aborrezcas; la otra es que cuando oyes su acento, aunque sea de un tío de Ponchatoula, Luisiana, te cambie la cara y te pongas más contenta que la flamenca de Whatsapp.

Y es que existe un hecho científico comprobado: la gente extranjera es más atractiva. Bueno, en realidad no es que lo sea, es simplemente que a nosotros nos lo parece.

Porque cuántas veces nos hemos ido de vacaciones y hemos flipado al ver la extraordinaria belleza de la que son poseedores los habitantes del lugar que estamos visitando. Tanto que el día que hemos tenido que volver a casa no hemos podido evitar que se nos cayera la lagrimita, y no solo porque eso significara que los días de acostarnos en una cama recién hecha habían llegado a su fin. No, era de pensar que teníamos que volver a casa, a esas calles repletas de gente sin carisma, sin gusto para vestir, de facciones insulsas, o con cabellos con tan poca vida que de un golpe de melena serían capaces de acabar con Llongueras más rápido que su propia familia.

Y no es que vivas rodeada de feos, no o a lo mejor sí, que tampoco sé donde vives, es simplemente el "Factor Extranjero". Ya éramos conscientes de otros efectos similares como el "Efecto del Hombre Barbudo", que provoca que las mujeres solo quieran irse a la cama con tíos a los que la barba les llega hasta el hombro. O el más reciente "Efecto Fofisano", que hace que las chicas perdamos la cabeza por unas buenas lorzas.

¿Pero cuáles son las auténticas razones que hacen que los extranjeros nos pongan más que, por ejemplo, un tío de Cuenca?

1. Que el extranjero sea sueco

Porque es que en Suecia hasta los conductores de autobús o las cajeras del McDonald's están buenos. Y es que como todos sabemos, los suecos son una raza superior formada única y exclusivamente por gente alta, guapa, rubia y delgada.


2. Su acento cuando pronuncian algo en tu idioma

Y tú logras entenderlo, claro. Aunque para qué engañarnos, en realidad eso te da igual. Te pone lo mismo que diga "Oh, eres preciosa" como  "Señorrita, más serveza", o se quede callado.


3. Que su nombre siempre suena sexy

Y es que me vas a comparar un Johan, un Michael o un Paolo con nombres tan patrios como poco sexys como Antonio, Pedro o Jesús...


4. Siempre te enseñan algo nuevo

Aunque sean palabras y frases que probablemente solo puedas usar en ámbitos concretos como "Me voy, me voy" en afrikaans u "¡Oh Dios mío!" en islandés.


5. Liarse con un extranjero siempre tiene algo de romántico

Kilómetros de distancia que salvar para verse, reencuentros apasionados, fusión de diferentes culturas, suegras a las que no entender, y lo que es mejor, a las que no conocer...


6. Y si la cosa sale mal, seguro que no hay posibilidades de encontrártelo en una terraza con su nuevo ligue

Si es que son todo ventajas...


Y si eres de aquí y el "Factor extranjero" te parece una putada, no te ralles, recuerda que al final tú también eres extranjero en alguna parte. Y si no te apetece viajar para ligar, siempre puedes acudir al 'plan B': pasar de ir al gym, o dejarte barba.

 

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