Derecho, Administración de Empresas, Filología... si estáis pensando hacia dónde encaminar vuestro futuro, queréis ampliar estudios o lleváis tiempo intentando averiguar de qué os ha servido estudiar esa carrera que prometía ser apasionante y finalmente no ha tenido ninguna utilidad en el mundo real, quizás os interese saber que acaba de nacer en España el grado superior en “Rock, nuevas tendencias y músicas urbanas”; una carrera universitaria con todas las de la ley, dirigida a los que quieren hacer del rock su forma de vida sin renunciar a tener un título de licenciado, por si no lograran convertirse en los próximos Keith Richards o Robert Plant.
Parece que la muy honorable tradición de quedar con los amigos en un local de mala muerte, pillar unos litros de cerveza y aporrear los instrumentos hasta conseguir que suenen medianamente conjuntados va tocando su fin. A partir de ahora los rockeros en ciernes tendrán la posibilidad de matricularse en una facultad, pagar las tasas y disponer de silla y pupitre como cualquier estudiante que se precie. El próximo Kurt Cobain se gestará a razón de sesenta créditos por curso. Al Jimi Hendrix del futuro más le vale ponerse las pilas con el solfeo.
Lo cierto es que desde hace cinco años, con la aprobación del plan Bolonia, ya era posible en España cursar estos estudios en las escuelas Cemma de Málaga y Jam Session de Barcelona. Sin embargo, esta carrera se impartía gracias a los convenios suscritos con la RockSchool de Londres, que era quien realmente otorgaba los títulos. El próximo septiembre, una vez obtenida la certificación del Ministerio de Educación, la Generalitat y la Agencia para la Calidad del Sistema Universitario, será el centro barcelonés el que ponga en marcha un grado cien por cien nacional que, a efectos legales, tendrá el mismo reconocimiento que cualquier otra licenciatura o grado impartido en España, lo que permitirá a los estudiantes, una vez completados los doscientos cuarenta créditos, acceder a cosas tan prosaicas y quizás tan útiles como becas u oposiciones.
Queda por ver si la enseñanza universitaria es el camino adecuado para crear las siguientes Satisfaction, Stairway to heaven o Blowin' in the wind, pero, desde luego, no está mal que España disponga por fin de esta clase de estudios, habituales en lugares como Estados Unidos, Inglaterra o Nueva Zelanda, y ya implantados también en casi todos los países de nuestro entorno. El plazo de matriculación para realizar las pruebas de acceso, que se celebrarán a primeros de septiembre, está abierto hasta el 31 de agosto. Los treinta mejores se formarán durante cuatro años en materias relacionadas con la pedagogía, la informática o la grabación y postproducción musical, y formarán la primera promoción de rockeros titulados del país.
Las asignaturas de sexo y drogas, de momento, no están incluidas en el currículum. Solo rock&roll.
Crédito de la imagen: Christine Redmond Crédito de la música: The Doors