Solo se alimentan de carne, pescado, verduras y frutas, hacen ejercicio saltando, reptando y escalando, se acuestan con el sol e intentan vivir rodeados de naturaleza. Su estilo de vida se llama paleolife e intentan que se parezca lo máximo posible al de nuestros primos paleolíticos de hace 10.000 años, antes de que les diera por cultivar la tierra y hacerse sedentarios.
Los adeptos de la paleolife reivindican la forma de vida de los hombres y mujeres del Paleolítico por una especie de nostalgia, por pura lógica o porque les mola vivir a lo rudo. “No se trata de una cuestión de modas o dietas, la paleolife es la manera de reconectar con nuestra evolución. De volver, de alguna manera, a reencontrarnos con la naturaleza”, dice Airam Fernández, un fisioterapeuta fundador del paleotraining, autor de un paleotraining, y referente en el mundillo 'paleo'.
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Uma foto publicada por Airam Fernandez Perez @airampaleo em
Su filosofía de vida no es solo una dieta nada de cereales o cualquier producto procesado o un tipo de entrenamiento trepar, reptar, escalar o saltar. Esa es la base, pero Airam lleva su ‘cavernícola interior’ a un nivel superior. Intenta maximizar el contacto físico con las personas, con la naturaleza y sincronizar su ritmo de vida con la luz solar incluso a un nivel hormonal. “Lo ideal sería preparar nuestro cuerpo para lograr un sueño reparador a la caída del sol. Yo por las noches intento encender unas velas, regular al mínimo las luces y alejarse al máximo de las fuentes de luz azul como la televisión LED, la tablet o el móvil”, resume Airam quien, entre risas, reconoce: “no es que viva en una cueva o no me mole la tecnología, pero sí que sé darme un descanso cada día”.
A continuación, Airam habla del naturing que, en sus propias palabras, es “el mayor grado de contacto con la naturaleza que te permita tu hábitat”. Es decir, cualquiera, ya viva en pleno Manhattan o en medio de un viñedo en Albacete, puede estar más sano si se toma su tiempo para respirar aire libre e interactuar con árboles y plantas. “La gente no le da importancia, pero tener en casa mascotas o plantas tiene un efecto inmediato sobre nuestra salud”, dice. Una obviedad para algunos pero que, según cuenta, “otorga paz a nuestros sentidos y nos permite redescubrir sensaciones que perdemos en la vida urbana”.
Por último, pero no menos importante, el gurú paleo habla de los conceptos de sensual y sexual touch. El primero es bastante simple: “Debemos volver a humanizarnos en esta era de lo digital. Aumentar el contacto físico con las personas, volver a emplear los abrazos con nuestras amistades crea vínculos similares a los que se tenían en el Paleolítico”.
Uma foto publicada por Airam Fernandez Perez @airampaleo em
Mientras que el sexual touch, es todavía más importante ya que se centra en la “capacidad de amar a tu pareja” y, gracias a ello, elevar hasta las nubes los niveles de serotonina. “El objetivo de la paleolife no es añadir días a tu vida porque para eso ya están los doctores, sino añadir vida al resto de tus días”, resume este improvisado ‘líder de la tribu paleo’. No es para menos si nos paramos a pensar que su franquicia de entrenamiento paleotraining ya presume de contar con 15 centros especializados en toda España y proyectos de expansión en Sudamérica, Francia e Italia.
No sabemos si a estas alturas te estás planteando aproximarte a tu lado más primitivo, pero no se puede negar que la mayoría de las cosas que propone Airam mejorarían, y mucho, el día a día de cualquiera. Correr, saltar, tocar, amar y comer bien puede parecer una obviedad pero, inmersos en el mundo de la conectividad, los smartphones y los coches eléctricos a muchos se nos olvida. En definitiva, ser un poco más wild podría mejorarnos la vida.