Los Oscars 2017 han terminado con un momento esperpéntico, porque Warren Beatty había anunciado a La La Land como Mejor Película, pero entonces se han dado cuenta del error y han rectificado, nombrando a Moonlight como ganadora. Las 6 de la mañana y todo el mundo se ha despertado del letargo para alucinar con este final. Sin duda, el Oscar al Mejor Guión Original de la gala ha sido para esta sorpresa, porque ni los 14 guionistas de Jimmy Kimmel lo podrían haber escrito mejor. Atención al vídeo, que empieza con bromas, sigue con celebraciones y de repente: el chafón.
"Yo sabía que al final la iba a cagar", decía el presentador Kimmel a última hora tras esa liada con los sobres, pero lo cierto es que el presentador ha estado a un nivel muy alto, mezclando las ironías con gags muy divertidos. Una ceremonia inesperada en la que, gracias a Dios, no han salido los niños de Stranger Things por ninguna parte, pero que empezaba con Justin Timberlake y el Can’t stop the feeling, una apertura muy La La Land con mucho baile para disfrute de las estrellas.
No sabemos cómo habrá reaccionado Trump al conocer la noticia de este fallo al final de la ceremonia, pero seguramente se haya descojonado. Aunque eso sí, el presidente ha batido su récord sin tuitear porque “estaba ocupado ejerciendo de anfitrión en un Baile de Gobernadores”. De hecho, ni contestaba a las provocaciones del presentador en directo, que le ha puesto dos tuits. El caso es que ha recibido mil alusiones, llevándose palos casi desde el principio, sobre todo cuando Kimmel ha pedido la ovación para la “sobrevalorada” Meryl Streep y todo el Teatro Kodak se ha puesto en pie, provocando el sonrojo de la actriz. Eso ha sido brutal, la hostia ha sonado en la Casa Blanca y ha hecho eco en su edificio de Nueva York.
Aún así la ceremonia ha sido poco sorprendente hasta el final, que ha dejado loco a todo el mundo. Vale que nos hemos reído mucho en ese momento y ha habido discursos que luego comentaremos, pero esperábamos más. ¿Esto es todo, académicos? ¿Ni fuegos artificiales ni nada? Conforme pasaban las horas deseaba que los números musicales fueran animados como el de Justin, pero no. Todos han sido bonitos, como el de Sting o John Legend, aunque demasiado tranquilos para las horas que eran al menos para nosotros en Europa.
Sin duda, Jimmy Kimmel ha sido la estrella del espectáculo. El presentador ha ido eclipsando con sus chistes la ‘decepción’ de premios para La La Land, que al final ha logrado 6 estatuillas de 14 posibles, incluyendo Mejor Director Damien Chazelle y Mejor Actriz para Emma Stone. Toda la gala iba dirigida a recrearse en la película más amada y odiada del año, pero lo más destacable ha sido la parte humorística de Kimmel. Primero ha brillado con su monólogo inicial, donde ha pronunciado una gran frase: “ha sido un gran año para el cine: los negros han salvado a la NASA y los blancos han salvado el jazz”. Lo hacía en referencia al famoso musical y a la película Figuras Ocultas, regalando la primera alusión al presidente.
Sin embargo, cualquier crónica más o menos anunciada se ha venido abajo con el final, porque el error garrafal con los sobres se va a recordar por mucho tiempo. Al final, Manchester frente al mar ha conseguido el Mejor Guión Original y Mejor Actor para Casey Affleck, mientras que La La Land ha triunfado menos de lo esperado y en parte gracias a ese último momento, con el equipo de Moonlight explotando de alegría. Creo que el productor del musical nunca perdonará ese fallo, jamás.