Ojalá a todos nos dejaran como hace Miley Cyrus en su última canción

'Slide Away' es el tema perfecto para terminar su historia de amor: con el mar como telón de fondo, le dice adiós a Liam haciendo referencia a sus diez años de relación

En 2017 Miley Cyrus nos trasladaba a Malibú. Era un paraíso veraniego en el que el amor fluía en un vídeo que desprendía felicidad, alegría y romanticismo y una letra que te hacía sumergirte en la nostalgia del primer amor. “Junto a ti, el cielo es más azul”, le cantaba la artista a su pareja, Liam Hemsworth. Dos años después, este idilio playero se acababa. Llegó la que la prensa rosa llamó “la ruptura del verano en Hollywood”. Muchos fans han quedado devastados. Twitter se llenó de mensajes de “ya no creo en el amor” y rápidamente se convirtieron en el Brad Pitt y Jennifer Aniston de la generación Z”. Al igual que pasó con estos últimos, algunos fans tenían la esperanza de que volverían. Pero Miley se ha encargado de dejar claro que no en su última canción, Slide Away, el equivalente musical al último clavo en el ataúd de esta relación que alcanzaba su culmen en Malibu.

“Pasa página, ya no tenemos 17 años”, le canta Miley hacia el final de la canción. 17 fue, precisamente, la edad con la que se conocieron. Diez años después, su relación, que empezó en el set de La última canción, se acabó. La última canción es una ruptura musical que sorprende por la naturalidad y la consistencia con la que referencia a Malibu, hasta tal punto que parece la segunda parte de la canción.

El single empieza mencionando ese paraíso que nos enseñó en su videoclip. Continúa recordándole a Liam que él se irá “de vuelta al océano” y ella a la ciudad. Las vacaciones en la playa del amor de Malibu se han acabado, y cada uno debe volver por donde ha venido. Añade, además, el motivo de la ruptura: “no quiero el whisky y las pastillas”, dice un verso de la canción, confirmando los rumores que publicaba el portal de gossip TMZ, que aseguraban que Miley dejó a Liam porque, después de superar publicaba, no podía soportar sus excesos de drogas y alcohol.

La letra va armonizada con un ritmo a mediotiempo igual de nostálgico que Malibu, pero que, a diferencia de ésta, su nostalgia nos recuerda que el verano, como todas las cosas buenas, se acaba. Una forma muy poética concluir una ruptura, dándonos envidia al resto de mortales, ya que pocas veces son así de bonitas, más bien al contrario.

Una historia de amor que parece perfectamente hilada. Empezó bañada por el mar en La última canción, continuó en Malibu, con el color azul de las playas como telón de fondo, y acabó “volviendo al océano” en Slide Away. Ojalá poder vivir algo tan consistente con nuestros ex: una historia con un principio y un final que, aunque aquí nadie coma perdices, tiene esa belleza triste de las rupturas de Hollywood. Probablemente, la mejor forma de cerrar diez años de amor.