¡Por fin! El culebrón futbolístico más largo del verano acaba de resolverse cuando Neymar Jr. ha entrado este miércoles en el vestuario del FC Barcelona y le ha comunicado a sus compañeros que finalmente aceptará la tentadora oferta del Paris Saint-German PSG y pondrá rumbo a la capital francesa para ultimar los detalles de su millonario contrato. Allí cumplirá su sueño de ser el líder de un proyecto plagado de brasileños Dani Alves, Thiago Silva, Marquinhos, etc. y salir de la larga sombra de Leo Messi tras cuatro temporadas en el club.
La pasta del jeque qatarí, Nasser Al-Khelaifi, se ha impuesto y ni siquiera la advertencia del presidente de La Liga, Javier Tebas, de no aceptar el pago de la cláusula de 222 millones de euros al entender que atentaba contra el fair-play financiero han conseguido bloquear la que será la mayor operación de la historia del fútbol. Tampoco el grito de la afición culé que, si bien al principio intentó retener por todos los medios a ‘Ney’, ha acabado por recriminarle su actitud ambigua y poco respetuosa con el club blaugrana durante los últimos días. Hay quien incluso lo ha tachado de un ‘pesetero’ o de un nuevo caso Figo.
Sea como sea, con buen rollo o sin él en la despedida del camiseta 11, al Barça, y a su presidente Josep Bartomeu, se le abre ahora un margen de tres semanas para sondear el mercado y encontrar el jugador que intentará tapar el enorme hueco que dejará el capitán de la selección brasileña en el organigrama del equipo. Mientras los nombres de Griezmann y Dybala e incluso Mbappé no paran de sonar, muchos piden a la directiva que renuncie a los fichajes ‘galácticos’ y opten por el joven extremo del Borussia de Dortmund, Dembelé.
Los acontecimientos se suceden a toda velocidad y todo el panorama futbolístico tiembla ahora mismo con un Barça en el mercado con casi 300 millones de euros si se incluyen los impuestos de la transacción listos para gastar. Seguramente, tanto el Atlético de Madrid, como el Mónaco, el Borussia de Dortmund y la Juventus tiemblan en estos momentos junto a sus teléfonos esperando una oferta del Barcelona por alguno de sus jugadores. Al culebrón del verano aún le quedan muchos episodios y los ‘spoilers’ siguen a la orden del día.