Música Electrónica: Si No Encuentras Tu Estilo Es Porque No Quieres

La semana pasada hablábamos de los orígenes de la música electrónica; en esta segunda parte, vamos a hacer un repaso de los principales estilos.

La semana pasada hablábamos de los orígenes de la música electrónica; en esta segunda parte, vamos a hacer un repaso de los principales estilos.

Como te contábamos, la música electrónica dio sus primeros pasos en el mundo académico de manos de grandes compositores de formación clásica, como Stockhausen o Cage, para irse introduciendo posteriormente en los grupos de rock más experimentales. No fue hasta mediados de los setenta cuando comenzaron a surgir las primeras formaciones plenamente electrónicas y aún habría que esperar algunos años más, hasta comienzos de los ochenta, para que surgiera la música electrónica dance o comercial tal y como la entendemos hoy. Las dos ciudades clave en el desarrollo de la música electrónica serían Chicago y Detroit, pero los estilos surgidos en estas dos ciudades también tuvieron un predecesor común: el electro.

Electro

Surgido a finales de los setenta de las cenizas de la música disco que tomaba elementos de R&B y los mezclaba con un poco de funk y algo de soul, el género se desarrolló en Estados Unidos, pero debido a la fascinación por grupos europeos como Kraftwerk. Inspirado en los alemanes y en otras corrientes vanguardistas del viejo continente, el electro nació de la experimentación con los entonces nuevos juguetitos electrónicos como la caja de ritmos Roland TR-808 o el sintetizador de voz Vocoder. Precisamente por este carácter experimental, es difícil definir el género, aunque es habitual el empleo de reverbs, delays, chorus effects... y tuvo una fuerte relación con el hip-hop neoyorquino en sus primeros años.

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House y Techno

El house nació en Chicago, y aunque se ha ido acelerando con los años, se caracterizaba por tener un ritmo más tranquilo que otros estilos y por el distintivo four-on-the-floor: un golpe de bombo al inicio de cada compás. Nació en las discotecas latinas y afroamericanas de la ciudad y fue muy influenciado por otros estilos musicales de gran éxito en estas comunidades como el soul y el funk, de los que suele incluir samplers en sus composiciones. Además de los habituales sintetizadores y cajas de ritmos, es común que incluya líneas de voz inspiradas en el gospel y también en el soul y el funk de los que hablábamos antes y líneas melódicas de bajo. La teoría más extendida acerca del origen del nombre estaría relacionada con la discoteca The Warehouse, donde pinchaba una de las leyendas del género: Frankie Knuckles. A finales de los noventa, los franceses Daft Punk volvieron a dar un nuevo impulso al género aplicando las nuevas tecnologías digitales, bastante alejadas de las primitivas cajas de ritmo originales. La vertiente actual más en boga, el electro house, es el género favorito de algunos de los Dj's más comerciales y conocidos, como David Guetta, Swedish House Mafia o Steve Aoki. Sí, el bufón de las tartas.

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El techno, género característico y definitorio del Detroit de los años ochenta, comparte con el electro el uso experimental de los sintetizadores y con el house ciertas influencias como el funk y el soul. El gusto por la estética futurista, inspirada en las películas de ciencia ficción, era una de las características de este estilo.

De estos dos estilos pioneros surgieron a finales de los años ochenta y durante los noventa infinidad de corrientes diferentes: deep house, progressive house, chillout, tech house, ambient, minimal... la lista es inagotable.

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Raves y pastillas: el segundo verano del amor

La historia, de vez en cuando, nos deja momentos apasionantes, y este es uno de ellos. El acid, una evolución desbocada del house, con sonidos más repetitivos y sintéticos, se instaló con fuerza en el Londres de finales de los ochenta. Una droga relativamente nueva, el éxtasis o MDMA, comenzó a causar furor entre la juventud que acudía a Shoom y Trip, los dos epicentros londinenses del género. Estos clubes cerraban alrededor de las tres de la mañana, una hora irrisoria para un puestazo de M, con lo que la fiesta solía continuar en plena calle y terminar en enfrentamientos entre la policía y la alegre muchachada. Una mente brillante no tardó en idear la solución perfecta: las raves. Un deporte de riesgo que, sin embargo, se popularizó como el fútbol por compartir con este sus características principales: un descampado, un grupo de amigos y poquísima infraestructura, en este caso, los amplificadores más grandes que puedas encontrar. Al igual que sucede con el deporte rey, las raves tenían un espíritu inclusivo: “Cuantos más mejor, todos bienvenidos” fue uno de los primeros lemas con los que se publicitaron. Las ideas más exitosas suelen ser las más simples y, como era de esperar, el número de raves y de asistentes creció como la espuma. Todo esto mientras Margaret Thatcher ocupaba el sillón presidencial y publicaba una ley tras otra para intentar ponerle puertas al campo. Sin duda, un periodo histórico espectacular. Si los hippies habían tenido sus sentadas, sus viajes de LSD y su música folk durante el primer verano del amor en San Francisco, la cosa empezó a subir de tono durante el segundo en Londres.

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Hardcore

Si consultas a un médico, te dirá que el MDMA aumenta la tensión muscular, la resistencia y el ritmo cardiaco. Total, que el cuerpo te pide algo más que Acid y es precisamente a partir de este y en el contexto de las raves donde surge un nuevo estilo de música electrónica durante los años noventa: el hardcore. Una nueva vuelta de tuerca al ritmo, que sigue acelerándose y se va poblando de distorsiones, disonacias y samples de música industrial. Si hasta el momento habían sido Londres y Berlín los focalizadores de la música electrónica europea, con la llegada del hardcore, una nueva ciudad se sumó al panorama: Rotterdam. Este género, por cierto, llegaría casi inmediatamente a España, colocando a la discoteca Pont Aeri en el centro de todas las miradas.

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Trance

Del acid y el house más progresivo surgió el Trance, un estilo a medio camino entre ambos caracterizado por las melodías de sintetizador, los ritmos hipnóticos y etéreos, los sonidos “cósmicos” y las voces y recitados femeninos. Nombres tan conocidos como Sven Väth o Laurent Garnier fueron pioneros en este género, que arrasó en los años noventa.

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Drum and bass

Con ritmos que llegan hasta los 190 beats por minuto y el bajo en primera línea de fuego, el D'n'B, como el acid, se desarrolló principalmente en Reino Unido y también en el contexto de primeras raves, por lo que originalmente estaba fuertemente emparentado con el hardcore. Es uno de los estilos que más rápidamente se fusionó con todo tipo de otros géneros, algunos de ellos no electrónicos, en principio, como el reagge y el funk. 4Hero fue uno de los grupos pioneros:

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Estos son algunos de los principales estilos, la cantidad de subgéneros, apellidos y variantes es virtualmente infinita, un grupo lleva a otro, un estilo invita a los siguientes y el objetivo es común en casi todos: que la fiesta no pare y para eso y para conocer todo tipo de corrientes y propuestas diferentes lo mejor es irse de festival. En la tercera y última entrega de esta serie dedicada a la música electrónica hablaremos precisamente de eso, de los festivales más importantes de las escena electrónica. No te lo pierdas.