Por qué todo el mundo dice que Cats y Star Wars son lo peor

La pesadilla furry antropomórfica de Cats y la palpitante mediocridad de Star Wars están poseyendo a todos los críticos, que no han podido evitar soltar bilis por todos sus poros

Cats es lo peor que le ha pasado a los gatos desde los perros”, “Cats es todo lo que me esperaba: un hipnotizante y horrible fiasco que te hará sentir que tu cerebro está devorado por parásitos”, “llegué a casa después de ver Cats y no fui capaz de mirar mi gato a la cara durante dos horas”. Estas son algunas de las demoledoras críticas que está recibiendo uno de los estrenos más esperados del oscarizado Tom Hooper director de Los miserables y El discurso del rey, el musical Cats. “El ascenso de Skywalker: el fan-service como única guía narrativa”, “lucrarse con la nostalgia”, “muchos guiños, poca calidad”... estos son solo tres ejemplos del odio que ha desatado la última de Star Wars.

Por si no sabes qué es esta película que “deja a los espectadores más horrorizados que a un personaje de Lovecraft”, como bromeaba un usuario de Twitter, empecemos con un poco de contexto. Cats es la adaptación del musical homónimo compuesto por Andrew Lloyd Webber a partir de la colección de poemas Old Possum's Book of Practical Cats de T. S. Eliot. Su trama explica la historia de una tribu de gatos durante una noche en la que deciden cuál de ellos renacerá en una nueva existencia. Es uno de los musicales más famosos de Broadway, casi tanto como El fantasma de la ópera o El rey león, y sus canciones han sido versionadas por artistas de la talla de Barbra Streisand. Es, sin duda, uno de los más famosos y mejores musicales que puedes ver en directo.

Sin embargo, la película tiene unas críticas bajísimas de aprobación, del 17%. ¿Por qué? El problema es, simplemente, que es un musical sobre gatos. Y en sus representaciones suelen ser actores vestidos con mayas y maquillaje que, aunque no parecen gatos, da el pego al ser el teatro, que se presta a ser más interpretativo. En el cine, sin embargo, todo es más explícito. Probablemente los directores decidieron que poner gatos reales era muy cutre y, como querían alejarse del típico disfraz del musical, apostaron por crear un extraño híbrido de gatos a dos patas con rostros humanos que resulta muy perturbador. ¿Qué necesidad teníamos de castigarnos los ojos con un gato unas críticas bajísimas de aprobación, del 17%antropomórfico con la cara de Taylor Swift?

Hay una teoría, el Uncanney Valley, que explica por qué críticas tituladas “una pesadilla musical lisérgica para gourmets de lo extraño” o "es una orgía de pelos en un basurero" son la mejor forma de definir Cats. Esta teoría dice que es perturbadora la intersección entre lo robótico y 3D y lo humano. Es decir, una persona no nos da miedo. Un robot de cocina tampoco. Pero… ¿Y un robot con apariencia humana? ¿O un gato 3D humanizado? Nos da muy mal rollo. Es por eso que Cats resulta perturbador, “la forma con la que Hollywood está promoviendo el suicidio”, como dice otra de las críticas destroyer que ha recibido.

Hablamos mucho de esta película porque se está previendo como un terrible desastre de proporciones bíblicas, pero no es el único fiasco de la crítica. La última entrega de Star Wars también está siendo vapuleada duramente, aunque parece que gracias al cringe extremo que está dando Cats, está salvándose por los pelosStar Wars, entrega tras entrega, ha ido decepcionando cada vez más a sus fans acérrimos. Y, tristemente, parece que esta tendencia no se revierte en el recién estreno, una de las películas más esperadas del año. Las críticas, en definitiva, han matado las pocas esperanzas de un nuevo capítulo de Star Wars que no esté acosado por la mediocridad.

Los últimos jedis, en 2017, ya fue frustrante para cinéfilos y fans que llevan décadas enamorados del entorno Star Wars. Siguiendo con la idea de que la saga ha llegado a su final de capa caída y tras leer las críticas bajoneras de esta última, prefieren ahorrarse el tiempo y el disgusto. Parece que últimamente, no nos atrevamos a ir al cine para salir con una sensación tibia. Hace nada estábamos ensimismados con Joker, que parecía que iba a ser la mejor peli de la historia. Ahora, parece que estamos ante los mayores fracasos del mundo. Y en un tono menos irónico, hasta Vox se ha indignado por la película y le lectura feminista que se ha hecho del papel de la princesa Leia.

Está claro que no tenemos término medio, que ahora tenemos que amar u odiar a las películas sin necesidad de hundirlas en su propia miseria. Pero bueno, que hayan coincidido dos superproducciones indecentes, es alegría para Twitter. Al menos que los sea unos días más.