Hace 6 años ya que nos salíamos de nuestra piel de la emoción cuando nos dijeron que MTV emitiría en abierto en la TDT. Podríamos disfrutar del canal mundial de referencia de la música completamente gratis. Por fin tendríamos programas especializados en la actualidad musical, rellenaríamos nuestras horas muertas con más y más videoclips uno detrás del otro, descubriríamos nuevas bandas y nos motivaríamos con los clasicazos de toda la vida. Pero todo resultó ser una falsa promesa que acabó trayéndonos lo que ahora es una tortura televisiva.
Contemplamos cómo, uno a uno, los programas musicales eran sustituidos por telenovelas adolescentes y realities cutres sobre jóvenes cerca del etílico, que convirtieron la única esperanza de la música en la televisión española en telebasura.
Vamos a retroceder hasta 1981 para alabar el nacimiento de la cadena bajo el nombre de Music Television. El 1 de agosto de ese año se emitió el primer videoclip: Video Killed The Radio Star, que se convirtió en un irónico himno del canal. Desde ese primer momento, MTV pasó a considerarse en el medio de referencia para la música y ejercía una gran influencia en todo el mundillo. Impulsó carreras de artistas como Madonna y fue fundamental para el movimiento del mercado, con sus grandes galas de entregas de premios y actuaciones exclusivas como el famoso MTV Unplugged, por el que han pasado Nirvana, Aerosmith, Oasis, Eric Clapton y cerca de 150 artistas más.
Y todo eso fue lo que nos prometieron cuando nos dejaron catarlo durante los cuatro años que duró en abierto: horas y horas de nada más que música. Y al principio fue más o menos así. Cada mañana te levantabas con una playlist de las canciones que más lo estaban petando entonces ¿quién necesitaba Spotify? e incluso, muchas veces, estaban presentados por los propios artistas. Contaban curiosidades de los rodajes de los vídeos, producían documentales exclusivos sobre leyendas de la música y se interesaban por promover artistas que estaban dando sus primeros pasos. Pero cuando dejó de ser de pago, necesitaban que atraer más público, y poco a poco fueron prostituyendo su programación.
En 2009 nació Jersey Shore, el reality show que seguía la vida de ocho jóvenes de New Jersey. Un Gran Hermano centrado en chavales que se ponían hasta el culo de alcohol y drogas cada noche y se iban de fiesta y, como consecuencia, se acostaban todos con todos y se metían en peleas y detenciones. El programa duró seis temporadas y sin duda fue la tumba moral de MTV. Tras este circo que, pese a su patetismo, resultó un boom, surgieron varias ediciones en diferentes países: Geordie Shore, Acapulco Shore, y la española Gandía Shore, además de la fusión entre ellas con Super Shore. Por supuesto aquí se emitieron todas, porque en España esto del barriobajerismo y las miserias humanas nos encanta.
Pero MTV no solo se intoxicó de chonis y canis con sus problemas existenciales sobre pesas y extensiones, las series de su productora cuentan historias con un trasfondo social vacío y con mensajes de aliento a la superficialidad, como Pretty Little Liars, Teen Wolf o Faking It. Y todo esto sin mencionar la gran aberración televisiva que enganchó a mucha más gente de lo que debería: Embarazada a los 16.
Sin embargo, ahora que desde el 2014 volvió a formar parte de la televisión de pago, también es muy difícil encontrar un hueco para la música incluso en su página web. Después de descubrirnos personajes como Ylenia, venderse a la telebasura y enterrar su nivel de influencia en la música debajo del más asqueroso mainstream, al menos han tenido el detalle de eliminar la etiqueta de “Music Television” de su marca.