Los motivos por los que fliparte con la moda del running no es tan buena idea

Según el estudio Percepción y hábitos de los corredores y corredoras españoles, el 77% de los que practican running no siguen ningún plan de entrenamiento específico

Ya tienes las zapatillas más cantarinas de la tienda, la camiseta con tecnología de sudor que parece sacada de una peli de ciencia ficción, un reloj de estos de numeritos que lo dicen todo e, incluso, unas gafas con varios tonos en función de si vas a salir a correr o rodar en un día nublado, soleado o lluvioso. Ya estás listo/a para practicar el running en esa media maratón que llevabas tiempo anunciando en tu Facebook. A estas alturas, lo único que se te olvida es una cosa: no tienes ni idea de lo que estás haciendo.

Según el estudio Percepción y hábitos de los corredores y corredoras españoles, llevado a cabo por la Sociedad Española de Medicina del Deporte Semed, el 77% de los runners españoles no siguen ningún plan de entrenamiento específico mientras que el 75,1% jamás se han sometido a las pruebas necesarias que determinen si son susceptibles de sufrir una afección cardiovascular. Pero la cosa no acaba aquí, casi un 9% han padecido alguna vez mareos y palpitaciones pero siguen corriendo.

“Vivimos en una sociedad en la que muchos son capaces de gastarse 10.000 euros en una bicicleta de carbono pero no se les ocurre someterse a una prueba de esfuerzo que por 150 euros podría salvarles de un buen disgusto”, explica el director de la Escuela Profesional de Medicina del Deporte de la Universidad de Barcelona, Dr. Antonio Turmo. En su opinión, en España existe una verdadera fiebre de “personas que intentan emular a los atletas de alto rendimiento”.

La última Encuesta de Hábitos deportivos del Ministerio de Sanidad reveló que entre los años 2010 y 2015 el número de españoles que practicaba el running en nuestro país aumentó de un 12,9% a un 30,4%, es decir, casi tres millones de personas. Paralelamente, el número de carreras populares en nuestro país no para de aumentar con una media de 3.500 carreras anuales o 70 cada fin de semana, para ser más exactos. Un boom con tantos amantes como detractores.

“No todo el mundo puede dedicarse al triatlón y mucho menos ser como Javier Gómez Noya 9 veces campeón mundial de triatlón y medalla de plata en Londres 2012. Si estás trabajando ocho horas al día en una oficina es evidente que tu estado físico y tu preparación no van a ser los mismos que los de una persona que se dedica exclusivamente al deporte y está asesorada por los mejores”, señala Turmo quien añade que los hay que realizan “auténticas animaladas” por desconocimiento.

A principios de abril, el cardiólogo del hospital Clínic de Barcelona, Josep Brugada, alertó en un congreso sobre el elevado número de muertes prematuras asociado a la moda del running. En este sentido, el especialista apuntó a que los fallecimientos por muerte súbita, están entre 150 y 200 al año, y continuarían aumentando a medida que más personas sin la preparación necesaria se iniciasen en este deporte. "Cada fin de semana enterramos a un runner, tenemos que parar esto", dijo Brugada causando un gran revuelo.

“Está claro que el aumento de la actividad física intensa entre la población ha puesto más en evidencia algunas patologías. La muerte súbita es una de ellas aunque continúa en unos niveles muy bajos y se puede prevenir con una simple prueba. El asunto está en que muchas personas descubren que tenían un problema genético al iniciarse en estos deportes”, apunta Turmo. Sin embargo, no descarta los casos de personas que simplemente “sobrecargan el corazón” por entrenar demasiado y mal.

En este sentido, el doctor concuerda con las declaraciones de Brugada sobre el relativo aumento de los casos de miocardiopatía hipertrófica corazón hinchado que, si bien es prácticamente una enfermedad hereditaria, pude desarrollarse en personas que practican deporte por encima de sus posibilidades. “Con el tiempo comienzan a padecer arritmias y no entienden que se debe, precisamente, al hecho de haber llevado a cabo entrenamientos de gran intensidad y mal planificados”, señala Turmo.

Según ambos especialistas, el verdadero problema con esta fiebre del deporte intenso sería que, incluso una vez detectadas las patologías, muchos se niegan a abandonar su práctica. “Es verdad que el deporte produce un estado endorfínico que en ocasiones puede desembocar en una adicción. Hay personas a las que prácticamente es imposible pedirles que paren un tiempo. Esos casos habría que encauzarlos por la vía psicológica”, resume Turmo quien no puede evitar citar el crossfit.

Y es que más allá del running, el ciclismo o el triatlón, los deportes clásicos en el debate, el especialista apunta al crossfit como otra de las actividades en auge en las que sus practicantes, auténticos devotos en algunos casos, deberían tomar precauciones debido a la mezcla explosiva de intensidad, fuerza y resistencia. “Si se hacen animaladas el riesgo aumenta y no solo en el cardio, sino en lesiones rotulianas, codo de tenista o el tennis leg”, advierte.

Pero, antes de que te plantees poner a la venta todo tu kit deportivo en Wallapop, el Dr.Turmo recuerda que la práctica de deporte con planificación y supervisión médica siempre será más beneficiosa que el sedentarismo. “Basta con una simple prueba de esfuerzo y una revisión cada dos años para estar tranquilos”, concluye. Así que ya lo sabes, antes de ponerte a fundirte el sueldo en las zapatillas multicolor o ponerte a prueba en una media maratón, deberías visitar un especialista. Tu salud lo vale.