Momentos Embarazosos Que Todos Hemos Pasado Estando Borrachos

La vida es mucho más bonita con dos "copitas" de más. Y no es que yo sea alcohólica, ni estoy animando a la gente a que empiece a empinar el codo, pero cuando uno se toma un par de birras, o dos vinos, pues todo son ventajas. Entras en calorcillo, es

La vida es mucho más bonita con dos "copitas" de más. Y no es que yo sea alcohólica, ni estoy animando a la gente a que empiece a empinar el codo, pero cuando uno se toma un par de birras, o dos vinos, pues todo son ventajas. Entras en calorcillo, estás más contento, más chisposo, te pones bailongo y se te suelta la lengua. Vamos, que te conviertes en una versión de ti mismo, pero mejorada.

El problema viene cuando, en vez de dos copitas, nos tomamos diez, porque entonces, lo único que vas a experimentar, a parte de una resaca monumental, es el ridículo más absoluto y el consiguiente arrepentimiento por todas las idioteces que vas a hacer:

1. Subirte a las plataformas

Esto es lo que ocurre al principio. Estás on fire dándolo todo, y te dices, oye, ¿por qué no? Y es que, de hacer el ridículo, mejor hacerlo delante de toda la discoteca. Error. Recuerda que subido en una tarima serás un blanco fácil para objetivos indiscretos. Lo descubrirás al día siguiente cuando entres a Facebook y todo el testimonio gráfico te explote en la cara.


2. Invitar a copas a todo el mundo

Bueno, eso igual en Cataluña no pasa tanto. Pero lo divertido es mirar tu cartera al día siguiente, o cuando vas a pillar un taxi para volver a casa.


3. Dar tu teléfono a todo el que te lo pide

Tú, que por no ser maja no das tu teléfono ni a tus compañeros de trabajo. Tú, que has tardado en darle el teléfono a ese tío del gimnasio un año y medio y porque no te quedaban más excusas. Tú, alegría de la huerta, vas, sales de fiesta, y das tu teléfono a cualquiera que te lo pida. Lo cojonudo es que no fallas ni una cifra ni estando como las abutardas. Eso sí, al día siguiente te vas a hartar bloqueando a peña.


4. Percances con el atuendo

Como por ejemplo estar bailando con media teta fuera...


5. Accidentes urinarios

Esa vez alguien se pasó solo un poquito con la bebida... Y no aguantó hasta llegar a casa.


6. Percances en el taxi

Como vomitar, no tener pasta para pagar y que el taxista te acompañe hasta le cajero, y luego, dadas tus condiciones, hasta el portal de tu casa para asegurarse de que al menos, hasta allí, has llegado "bien".


7. Mensajes a ex

Declarando tu amor eterno.


8. O lo que es peor, declarárselo a tu amante


9. Que tu madre te esté esperando cuando consigues llegar, o que algún colega te lleve sano y salvo a casa

Y que tenga que bajar al portal a ayudarte a subir a casa porque estás prácticamente inconsciente. Seguramente para evitar que ningún vecino te encuentre por la mañana dormido en el portal otra vez.


Y lo peor de todo es que, da igual los años que tengas; si bebes, vas a seguir haciendo el ridículo un montón de veces más.