Desde que Oskar Fischinger y otros directores europeos comenzaran a experimentar con la creación de imágenes y cortos para acompañar canciones en los años veinte del siglo pasado hasta proyectos como Ink, de Coldplay, en el que el oyente/espectador como en aquellos libros juveniles en los que había que elegir entre una página u otra para continuar debe ir escogiendo la continuación de la historia/canción, haciendo clip sobre la pantalla, el videoclip se ha convertido en una de las herramientas de márketing más efectivas de la historia de la televisión.
Popularizados por la MTV, que hizo de ellos un canal de televisión que revolucionó el mundo del pop, los videoclips se han convertido en una parte más del trabajo de grupos y solistas, que deben acompañar sus lanzamientos de uno o más vídeos con los que llegar al público televisivo y, ahora más que nunca, virtual.
Sin embargo, lejos de ser una simple estrategia de márketing, muchos artistas han aprovechado sus vídeos para crear verdaderas obras de arte. Hoy seleccionamos algunos de nuestros videoclips favoritos de la última década.