Dios, El 10, El Pibe de oro… Sobran los apodos para definir a Maradona, porque si sabes algo de fútbol sabes que Diego ha sido uno de los mejores, por no decir el mejor. Pero si tienes algo de sentido común también sabes que es cualquier cosa menos un ejemplo a seguir. Porque tampoco hace falta ser del CSI para darse cuenta que tiene un carácter, como poco, delicado, y no porque lo diga yo, las pruebas son más claras que el agua cristalina del Caribe. Esta misma semana, por ejemplo, ha vuelto a hacer una de las suyas.
No es precisamente la pareja perfecta
Ya la había liado antes con su novia, y esta semana repitió. El martes, un día antes del partido de ida de octavos de final de Champions League entre Real Madrid y Nápoles en la capital de España, Maradona y Rocío Oliva, su pareja, llegaron a Madrid para apoyar al equipo italiano durante el encuentro que se disputó este miércoles. La noche antes, la policía tuvo que acudir al hotel en el que se encontraban el astro argentino y su novia porque esta aseguraba que El 10 la estaba agrediendo. Luego, tras calmarse las cosas, Rocío Oliva declaró a los agentes que se había tratado solo de una discusión fuerte.
Como hemos dicho, no es la primera vez que ocurre: ella ya lo había acusado antes de malos tratos. Si por lo que seas eres de los que piensa eso de“Claro, se lo habrán inventado para dañar su imagen y sacarle dinero porque es famoso”. Si crees eso será porque no has visto este vídeo.
Ese don de la inoportunidad
Solo Maradona es capaz de montarte una bronca en el partido por la Paz. Sé que suena a comienzo de chiste malo, pero así fue. Menos mal que el bueno de Verón pasó del tema, porque si no esto habría acabado como el Rosario de la Aurora.
Ese pronto tan suyo
También te digo que desde que dejó el fútbol se ha vuelto más dulce que un oso de peluche relleno de chocolate, porque en sus épocas como jugador te montaba unas peleas más propias de un combate de UFC que de un partido de fútbol. De hecho él protagonizó una de las peores trifulcas que se han visto en nuestro país. Ya han pasado más de 30 años de esta batalla campal contra el Athletic en una final de Copa, pero me juego las manos con las que estoy escribiendo este artículo a que desde entonces no ha puesto un pie en Bilbao.
Pero no te pienses que la tensión competitiva es lo que hace que se le crucen los cables más que al protagonista de Psicosis eligiendo cortinas para la ducha. En la calle, y rodeado de cámaras, también es capaz de acabar una discusión con un transeúnte a cabezazo limpio.
Y sí un pobre señor que pasaba por ahí se llevó semejante hostiazo, la prensa que le seguía a todas partes pagó su ira infinidad de veces. Insultos, amenazas y como no, violencia. O si no observa la señora colleja que se llevó este por preguntar más de la cuenta. Esto sí que es la mano de Dios y no el gol que le marcó a Inglaterra en el mundial del 86.
Esas adicciones descontroladas
Pero no solo su carácter es una cualidad que no se va a enseñar en ningún colegio, tampoco va a recibir ninguna medalla por sus adicciones. Oye, que en su intimidad cada uno haga lo que quiera, pero, cuando eres deportista y héroe para muchos, pues igual mejor dejar los vicios de lado. Se pasaba tanto con las drogas que no tengo dedos en las manos para contar todas las veces que ha dado positivo en controles antidoping. Pero la vez más exagerada fue en el mundial de USA 94. Normal que decidieran hacerle el control después de marcar un gol y celebrarlo con la cara desencajada. Tampoco hacía falta ser catedrático en medicina para saber que iba a dar más positivo que Charlie Sheen después de su fiesta de cumpleaños.
Pero lo peor de todo es tener la cara, y la hipocresía, de ser uno de los embajadores del 'No a las drogas'.

Y así podríamos seguir todo el día, porque después de esto queda claro que Maradona no es ejemplo de absolutamente NADA. Pero ha tenido suerte y su talento como futbolista ha sido tan grande que ha conseguido iluminar todas sus sombras.