No hace ni una semana que Bad Bunny ha estrenado su nuevo disco y tú ya te sabes la mitad de las canciones “Tití me pregunto si tengo mucha’ novia’, mucha’ novia”. Pero es que también eres capaz de cantar a la perfección el clásico de clásicos, ‘Gasolina’. En cambio no hay manera de que te acuerdes en qué piso vive tu amigx o cual es la contraseña de tu cuenta de Twitter gracias Google por recordarla por nosotrxs. Que pase eso tiene que ver con cómo funciona tu cerebro y las emociones.
Por qué se nos quedan los temazos
A ver, todxs estamos de acuerdo que tampoco hace falta indagar mucho para entender por qué nos acordamos de algunas canciones. Temazos que nos han acompañado a lo largo de la vida en los mejores momentos, y también en los peores. Quién no tenga una canción predilecta para llorar que levante la mano. Aun así esto no explica por qué sabes un gran número de letras de reguetón.
Conectar con la música
Los recuerdos se crean a partir de las conexiones cerebrales que produce nuestro cerebro cada vez que somos expuestos a un estímulo, ya sea un sonido o un olor. Ahora bien, hay conexiones que se quedan grabadas para siempre en nuestra materia gris. Esto depende de dos factores: la repetición y la carga emocional.
La repetición es un clásico bien sabido, cuantas más veces oigamos o repitamos una cifra, una frase o una letra de una canción, más fácil será recordarlo. Esto seguramente es lo que hacemos muchxs a la hora de estudiar un examen: recitar en voz alta una y otra vez hasta saberlo.
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La clave está en las emociones
El factor emocional, es el que realmente tiene más implicación. Todo recuerdo que tenga una gran carga emocional tiene más probabilidades de quedar grabado. Es por esto que hay exámenes que se te hacen imposibles, por mucho que hayas estudiado repitiendo en voz alta, y en cambio nunca olvidarás ese momento tan vergonzoso que viviste en clase. Y claro, la carga emocional de una noche de fiesta donde lo pasaste genial con tus amigxs mientras sonaba de fondo Daddy Yankee pues hace que muy probablemente sepas cómo sigue la letra de: “Tu me dejaste caer”.
En el momento en que estás escuchando música aleatoria y suena una canción de reguetón tu cerebro no solo te recuerda la letra, sino también traerá consigo recuerdos de diferentes momentos en los que sonó la canción y pasó algo que tuvo un impacto emocional en ti.