Yo que nunca supe de los hombres: la novela de 1995 que lo peta gracias a Dua Lipa

Todo lo que lees se va filtrando a través de la megacuriosidad y el entusiasmo de quien solo ha conocido el encierro

Cuarenta mujeres encerradas en un sótano durante el tiempo suficiente como para que ya no sepan en qué año viven o cuánto ha pasado desde que dejaron de ser libres. Unos cuantos hombres vigilándolas para que no se suiciden, pero sin ayudarlas, imponiéndoles una estricta rutina que comienza con la alarma del despertar. Un día, sin explicación, la alarma que marca los horarios deja de sonar y los guardias desaparecen. Las mujeres escapan y salen al mundo exterior, pero lo que encuentran es descorazonador: un páramo devastado y deshabitado. Es la premisa de Yo que nunca supe de los hombres, la novela de Jacqueline Harpman que Dua Lipa ha puesto de moda.

Escrita en 1995, cuando la escritora y psicoanalista belga tenía 66 años, Yo que nunca supe de los hombres está arrasando en ventas desde que Dua Lipa la recomendara en sus redes sociales. Pero no es una cuestión simplemente de trendy. Sí, el alcance mediático de Dua Lipa ha contribuido y mucho, pero es que la novela es una delicia, sobre todo para quienes disfrutan de las historias oscuras e inciertas. Y es que esas mujeres recién libres desconocen quienes las encerraron en aquel sótano y bajo qué razones. Tampoco saben qué le ha pasado al mundo que conocían. No es el mismo. Ni saben qué pasos deben dar ahora para encontrar respuestas y sobrevivir a lo hostil.

Lo bonito es que la protagonista del libro es una niña que nació en aquel sótano, que nunca vio el mundo anterior y que jamás había hablado con un hombre. Porque los secuestradores/custodios no les dirigían la palabra. Todo lo que lees se va filtrando a través de la megacuriosidad y el entusiasmo de quien solo ha conocido el encierro. Hay una libertad brutal. También pérdida y soledad. Y el enfrentarse al sentido de la vida. O a la falta de él. O a la falta de explicaciones que consuelen al alma. Poco a poco, ese existencialismo va dando paso a una batalla por la supervivencia. Todo ello en 184 interesantísimas páginas. Es perfecto para un fin de semana de recogimiento.

¿Cuánto hay de Harpman en Yo que nunca supe de los hombres? Es difícil de saber. Estas cosas son siempre suposiciones académicas y, siendo una mujer, ya imaginarás que se le ha dedicado menos tiempo a estudiar su obra que a algunos de sus contemporáneos. Lo que sí sabemos es que, como cuentan desde Harper’s Bazaar, “la suya no fue una vida fácil: parte de su familia fue asesinada en Auschwitz, ella fue perseguida y pasó una larga estancia en un sanatorio por culpa de la tuberculosis”. De una u otra manera todos esos episodios debieron dejar una huella imborrable que, aquí y allá, se dejen notar en sus libros. Dale una oportunidad y gózala como nosotras.