Leyendas Del Rock: Keith Richards

“Yo nunca he tenido problemas con las drogas. Con quien los tengo es con la policía”, Keith Richards.

“Yo nunca he tenido problemas con las drogas. Con quien los tengo es con la policía” - Keith Richards

Hasta los más recalcitrantes ateos hemos estado tentados de creer en alguna ocasión ese bulo periódicamente repetido de que los Rolling Stones mantienen un pacto con el diablo. Lo cierto es que la biografía de Keith Richards, compositor principal y co-líder de la banda más longeva y seguramente también la más grande de la historia del rock&roll, invita a ello. Dado por muerto en varias ocasiones, adicto durante décadas a una amplia variedad de drogas y aficionado a disparar primero y pensar después, resulta casi milagroso que el según la revista Rolling Stone cuarto mejor guitarrista de rock de la historia siga dando guerra a estas alturas.

Si en las anteriores entregas de “Leyendas del rock” te hemos hablado de dos de los más ilustres miembros del trágico club de los 27, Keith Richards, este año, maneja las mismas cifras pero con los dígitos invertidos: en diciembre cumplirá 72. Un mito viviente de la música que ha compuesto algunas de las mejores canciones de la historia.

Veinticuatro discos de estudio al frente de los Rolling de los que destacan los cuatro publicados entre 1968 y 1972: Beggars Banquet, Let It Bleed, Sticky Fingers y Exile on Main St. y dos en solitario. Una dilatada carrera que ha dejado y sigue dejando momentos memorables porque la historia continúa escribiéndose. Hoy hemos querido seleccionar un puñado de anécdotas memorables del bueno de Richards que, tal vez, no conocías.

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Hitler se cargó su cuna

Durante los bombardeos nazis sobre Londres, su madre tuvo que irse de la ciudad con el pequeño Keith en brazos no había cumplido los dos años para escapar de las terribles bombas V-1 del ejército alemán. Al regresar a su hogar, comprobaron que varios de sus vecinos habían muerto. La cuna del pequeño Richards apareció entre los restos.


Vivió en un edificio que había pertenecido a los nazis

A pesar de que el ejército de Hitler casi acaba con él, parece que el guitarrista nunca les guardó demasiado rencor personal: en 1971, se mudó con su novia Anita Pallenberg y su primer hijo a la mansión francesa Nellcôte, un edificio utilizado como sede local de la Gestapo durante la ocupación alemana de Francia que aún conservaba simbología nazi cuando el guitarrista se instaló. No obstante, Richards y los suyos consiguieron lo que parecía imposible: hacer que la casa pasara a la historia por un motivo distinto a este. Allí grabaron Exile on Main St., para muchos su mejor disco. Para algunos el mejor disco de rock de la historia.

Casi incendia la mansión Playboy

“Básicamente, una casa de putas”, según sus propias palabras, el líder de los Rolling Stones, en compañía de uno de sus mejores amigos el recientemente fallecido saxofonista Bobby Keys, del que te hablamos aquí, parece que la lió parda y prendió fuego al cuarto de baño en el que se encontraban ocupándose de sus lisérgicos asuntos. Cuando el personal de la casa llegó y consiguió forzar la puerta, Keith les respondió con un desafiante: “¿Cómo os atrevéis a entrometeros en nuestros asuntos privados?”.


Le gusta beber “desechos nucleares”

Con los años como él mismo ha declarado, ha dejado de beber whisky. El brandy tampoco le sienta demasiado bien y el vino es mejor con comida, pero tranquilos, el bueno de Richards parece haber encontrado el cóctel adecuado a sus ancianos pero incombustibles huesos, una suerte de destornillador con las proporciones algo más acordes a un Rolling Stone: dos partes de vodka por una de naranja y mucho hielo picado. Le gusta llamarlo “Nuclear waste”.


Apenas se relaciona con Mick Jagger

A pesar de que la maquinaria Rolling continúa funcionando en directo y, de hecho, generando más ingresos que nunca, lo cierto es que los dos miembros fundadores del grupo Chalie Watts llegó pocos meses después de que el grupo se formara y un año antes de que publicaran su primer disco, pero no es, estrictamente, el primer batería casi no mantienen relación personal.

Al parecer comenzaron a distanciarse en los setenta: Jagger tuvo un affair con Anita Pallenberg, novia de Richards, y este hizo lo propio con Marianne Faithfull, pareja del cantante. Todo empeoró con los años: “Creo que fue a principios de los ochenta cuando Mick comenzó a volverse insoportable”, “A veces echo de menos a mi amigo”, ha confesado Keith en su autobiografía.


Aparece en dos entregas de Piratas del caribe

Interpretando a Teague Sparrow, padre del protagonista, Jack Sparrow, interpretado por Johnny Deep. Lo cierto es que el papel de pirata le va como anillo al dedo: el avión que la banda alquiló para su gira de 1972 fue bautizado por Richards como “A pirate nation”.


Sí se esnifó parte de las cenizas de su padre

Al menos, eso es lo que asegura en su autobiografía. El origen está en unas declaraciones hechas durante una entrevista para la revista NME, que fueron desmentidas posteriormente en la web de los Rolling. En sus memorias explicó con detalle qué fue lo que pasó exactamente: “La verdad del asunto es que después de tener las cenizas de mi padre en una urna negra durante seis años, porque no tuve fuerzas para esparcirla a los vientos, finalmente planté un robusto roble inglés para esparcirlo alrededor. Y cuando quité la tapa, un hilo de las cenizas se volaron y cayó en la mesa. No podía simplemente limpiarlo, así que pasé mi dedo por encima y me esnifé el residuo. Cenizas a cenizas, de padre a hijo”. Claro que sí, Keef.