Una mente maravillosa aterrizó en España en 2001 y logró conmover a gran parte del público con la historia real basada en la vida de John Forbes Nash, interpretado de forma sublime por un Russell Crowe en estado de gracia. La película, que alterna el drama romántico y el terror psicológico consiguió, por un lado entristecer nuestro corazón, y por otro, transmitirnos que con esfuerzo podemos llegar a sobrevivir al mismísimo infierno. Estas son cinco lecciones que puedes aprender de Una mente maravillosa:
Observa y ten paciencia: la idea vendrá
Las clases embotan la mente, destruyen el potencial de la creatividad. La respuesta a lo que buscamos no está en los libros, sino ahí fuera, en la calle. Observando detenidamente nuestro alrededor y aplicando la lógica se pueden llegar a descubrir parámetros ocultos que nadie se ha parado a contemplar. Las ideas originales se consiguen teniendo paciencia y sin llegar a conformarse con los logros obtenidos hasta el momento. Siempre hay que ir más allá para alcanzar el mejor resultado. Ese resultado que te diferencie.
Es penoso que la inteligencia se despilfarre en la guerra
Aunque sea una alucinación de Nash, no quita que en la historia, sí que haya habido casos donde la inteligencia ha sido utilizada con fines militares. El espionaje conquistó a grandes mentes brillantes para limitar su inteligencia a objetivos que no hicieron avanzar en el desarrollo de la sociedad. Algunos logros e inventos se quedaron por el camino a cambio de vidas humanas.
Las certezas no existen
“No hay nada seguro John, eso es lo único seguro que sé”, le dice su compañero universitario de habitación imaginario. Por eso mismo hay que seguir luchando, para que el futuro te sorprenda. No hay nada estipulado, nosotros, paso a paso, escribimos nuestra vida. Como bien dice Nash: “tanto las pesadillas como los sueños hay que alimentarlos para que sigan vivos”.
El amor es como el Universo
- - “¿Cómo es el Universo?
- - Infinito.
- - ¿Cómo lo sabes?
- - Lo sé porque los datos lo indican.
- - Pero no se ha demostrado, no lo has visto.
- - No.
- - ¿Y por qué estás tan seguro?
- - No lo sé, pero creo en ello.
- - El amor es igual”.
Ha habido pocas pedidas de mano en el cine tan especiales como la de John y Alice. Los dos son bichos raros que se atraen y crean conversaciones tan maravillosas como la mente de John. De hecho, Alice, tras la enfermedad de su marido, solo puede aferrarse al amor para intentar abrir los ojos de su amado: “para diferenciar entre lo que es real y lo que no, hay que escuchar al corazón”.
Con fuerza de voluntad se puede superar la adversidad
En la vida real, John Forbes Nash fue un eminente y excéntrico matemático que descubrió una teoría sobre el equilibrio que revolucionó varios campos de la ciencia y la economía. Pero por desgracia su prodigiosa mente sufrió de esquizofrenia. Con la ayuda de su esposa Alice, Nash luchó el resto de su vida para sobreponerse. Tras varias décadas, logró superar su tragedia y en 1994 recibió el premio Nobel. La fuerza de voluntad para no rendirse fue la clave de su éxito.