Definitivamente, a Kanye se le ha ido la cabeza. Todos sabíamos que el rapero no era muy normal, y desde hace mucho nos ha dado momentazos dantescos con los que hemos disfrutado de su excentricidad. Pero todo esto se le ha ido de las manos en este último año, y se veía venir. Nos lo tomábamos a risa y seguíamos deleitándonos con sus movidas de familia, pero parece que ha dejado de ser una broma. Kanye ha sido hospitalizado por “una psicosis temporal producida por el cansancio y el insomnio” y, al parecer, el ingreso ha sido involuntario y esposado por la policía, aunque él en ningún momento se ha resistido con violencia.

Kanye estaba en casa de su entrenador personal cuando empezó a actuar de forma extraña más de lo habitual, y decidieron llamar a emergencias porque la cosa se ponía fea. Después de llevarle a un centro médico, el Doctor Michael Farzam concluyó que sufre una psicosis a causa del cansancio y, sobre todo, por una deshidratación de su organismo, por lo que era necesario un ingreso inmediato para realizarle una evaluación psiquiátrica. Su representante y varias personas de su entorno han defendido esta teoría: toda la presión mediática, la gira y los problemas que ya arrastraba, han acabado pasándole factura.
Aunque el rapero ha comentado abiertamente que sufre depresión desde hace años, este último ha sido especialmente movido para él. En los últimos meses, antes de cancelar todas las fechas de su gira actual, ha tenido más polémicas encima de los escenarios que en toda su carrera.
Este fin de semana, sin ir más lejos, criticó durante el concierto a Beyoncé y a su muy amigo Jay Z, acusándoles de amañar entregas de premios para recibir más notoriedad. Además, arremetió contra las radios, contra Hillary Clinton aunque no fue a votar, aseguró que lo habría hecho por Trump y, después de este discurso de 17 minutazos y tres míseras canciones, abandonó el escenario. Como en la mayoría de sus últimos conciertos, en los que no llega a interpretar ni la mitad del repertorio previsto.
Su entorno público y personal no ayuda a evitar estos conflictos mentales que le llevan a estos altercados. Empezando por la guerra en las redes sociales y en los juzgados con Taylor Swift por su canción Famous, y continuando con Famous, quien no ha tardado en coger un vuelo a Los Ángeles para estar con él en estos momentos.Famous hace poco más de un mes, ha marcado un antes y un después en la repercusión mediática de toda la familia. El silencio en las redes sociales y en todos lo medios, y la depresión que ya traía de serie, ha hecho que su mente explote por completo.

Las risas se han acabado, al menos, hasta nuevas noticias sobre su estado de salud, porque no es un tema para tomarse a cachondeo. Todo lo que aparentaba ser una máscara que cubría al verdadero Kanye, un personaje estudiado al milímetro, se inclina más hacia la teoría de que todo este espectáculo nace en su cabeza y que es muy real. ¿Volveremos a tener a nuestro Kanye de vuelta en todo su esplendor? Puede que lo mejor sea que se tome un tiempo de descanso y que se tranquilice un poco, porque no puede ser buena tanta polémica para su creatividad.