¿Cuántas veces hemos oído hablar de vivir el sueño americano en las películas? Pero seamos realistas, pocos lo consiguen. Uno de ellos, sin embargo, ha hecho de la pequeña ciudad de Canton, Ohio, su central de operaciones para conquistar Estados Unidos. Es Jordi Fernández, entrenador de los Canton Charge, de la Liga de Desarrollo de la NBA, equipo afiliado a los Cleveland Cavaliers de LeBron James.
“A veces es complicado predecir qué nos deparará el futuro, pero yo estaba en un momento en el que ya había viajado al extranjero y había trabajado algunos veranos en EE.UU., y mi filosofía era clara, tenía que aprovechar la oportunidad”, explica Jordi a Código Nuevo.
La oportunidad de su vida
Nacido en Badalona, cuna de la canasta en Europa, su pasión por el baloncesto le llevó en 2009 a convertirse en el segundo entrenador de la historia de España en zarpar hacia EEUU. Llegó como asistente de Mike Brown a los Cavs de LeBron, el mejor jugador de la Liga en ese momento; allí se encargaba de entrenar a los jugadores en técnica individual, un reto mayúsculo al que solo se supo enfrentar de un modo, dejándose la piel trabajando. “Siempre se me ha dado bien adaptarme lo más rápido posible y aprender cómo se hacen las cosas en un nuevo ambiente, poner un pie y después otro y ganarme el respeto de los jugadores con trabajo”.
En 2014 le llegó la oportunidad de su vida, convertirse en el Head Coach de los Charge, la filial en la NBA D-League. Allí instaló su campamento base desde el que ha fraguado su nombre entre los entrenadores más prometedores del momento, llevando a su equipo a dos finales consecutivas. Y como bien sabe el propio Jordi, sus logros no han pasado desapercibidos. “En este país el balance de victorias y derrotas es muy preciado, todo el mundo le da más importancia, y haber conseguido el récord de victorias en estos dos años es algo muy positivo”.
Lo mejor está por llegar
El sueño americano, sin embargo, también tiene lados más oscuros. La andadura de Jordi en los Charge no ha sido siempre un camino de rosas, al contrario. En una liga que nació para el desarrollo de los jugadores que querían brillar para ganarse un contrato en la NBA, el badalonés ha conseguido poner su granito de arena para crear una estructura coral en un mundo pensado para el individuo. “Nuestra mentalidad es formar jugadores para que puedan demostrar que pueden ser parte de un equipo. Quizás después su trabajo no queda del todo reflejado en sus estadísticas, pero ya es labor de los ojeadores ver que pueden rendir en un equipo NBA”, remarca sin cambiar un ápice su tono de voz pese a la relevancia de sus palabras.
Por sus manos en Canton han pasado jugadores como Brandon Paul, que hoy triunfa en Badalona con el FIATC Joventut y que se ha hecho un nombre en Europa gracias a los consejos de Fernández. “Jordi fue muy importante en mi carrera, me recomendó venir a Badalona a buscar los minutos que necesitaba para hacerme un nombre, él fue el factor determinante, como entrenador era muy metódico y sabía escuchar”, comenta el jugador a Código Nuevo, con su acento casi indescifrable.
Para muchos, llegar a la posición de Jordi ya es difícil de superar, pero él no se pone techo. En el horizonte brilla con fuerza la posibilidad de convertirse algún día en el primer entrenador español de la historia de la NBA. “Podría ser una realidad por el feedback que he recibido, no quiero decir con esto que el año que viene tenga que estar entrenando en la liga, pero me siento preparado, me he formado siendo primer entrenador en Canton y estoy capacitado para dar el paso”.
Visto su éxito hasta el momento, será mejor hacer caso a sus palabras, porque en lo que se refiere a forjarse un nombre en Estados Unidos, él sabe un rato, aunque, como bien decía Sinatra, The best is yet to come Lo mejor está por llegar.
Fuente Imagen: nba.com