“Muchas veces crees estar en un agujero negro lleno de nubarrones, pero en un momento dado, un simple detalle hace que cambie tu percepción y que tu vida vuelva a tener sentido. Qué ironía, ¿no? Un día tienes un intrincado laberinto de problemas irresolubles, y en un santiamén, los nubarrones se disipan y puedes volver a vivir una buena vida. Es asombrosa”, confiesa Abe Lucas Joaquin Phoenix en Irrational Man, la última película de Woody Allen.
Seguro que alguna vez has pensado que la vida es una mierda sin sentido y has necesitado, como Abe Lucas, algo que te permita respirar y encontrar la razón por la que vivir. Él se encuentra en un abismo existencial, estancado por la impotencia física y mental de la que apenas escapa con el alcohol. Está completamente bloqueado. Así que decide poner rumbo a su vida: “He vivido muchas experiencias y actualmente una única. Este era el acto significativo que buscaba. Los mareos y la ansiedad han desaparecido, estoy feliz y disfruto de la alegría de vivir”, dice después de superar la crisis.
Aunque para Lucas, sorprendentemente, este acto sea el asesinato justificado por él por una buena causa, detrás esconde una filosofía de vida de la que todos podemos extraer una profunda reflexión. Porque, aunque parezca mentira, ¡se pueden aprender muchas cosas de las personas irracionales! Lucas nos enseña esos momentos en los que uno toma decisiones que pueden definir si lo que sigue en la vida será importante o insignificante. Y a veces, una decisión irracional marca una inflexión que puede beneficiarnos, como la sensación de estar vivos o encontrar un motivo a nuestra existencia.

La mayoría de la gente vive con el piloto automático puesto. Llena su vida de distracciones insustanciales, a raíz de los hábitos socialmente aceptados, como el drama, la filosofía, los orgasmos o el consumo de alcohol. Sin embargo, ese tipo de soluciones son banales, ya que solo actúan en un momento determinado. Son de corto efecto. Para cambiar tu vida, no vale con filosofar y sentirse diferente como hace la alumna de Lucas, Jill Pollard Emma Stone, sino que hay que actuar. ¡No lo dejes para más tarde! Todo depende de uno mismo, de crear tus propios valores para darle importancia a lo que realmente es valioso para ti. De ahí, la trascendencia de marcarse un objetivo por el que luchar, por el que sentirse realizado. De lo contrario, como bien dice Lucas, “la ansiedad se convertirá en el vértigo de tu libertad”.
Un simple detalle, un simple cambio, puede dar sentido a tu vida. Ahora bien, este no tiene por qué encontrarse implícito en la huida. Escapar no sirve de nada. Es otra solución momentánea. La sensación de Rita Richards, solitaria profesora que busca que Lucas la rescate de su infeliz matrimonio, volverá a florecer en el futuro. Las aventuras, como le pasa a Jill Pollard, solo sirven para echar de menos lo que tenías. Ese simple detalle siempre será mejor en compañía. Aunque los existencialistas sugieran que no podemos confiar en nadie, no hay que dejar que se nos impida hacer nada porque el mundo solo adquiere ese sentido a través de vivir y amar con valentía.